29 noviembre 2010

A pillow of wnds

... me cabe el cinzano que tu fé rechaza
A.S.O

Injusto es que Sartre sea horrible,
que Foucault sea pelado,
esas son las banales injusticias.
El resto es sólo consecuencia de
todo lo que hacemos mal
como esta sal o estas ganas
cuántas veces decidimos hacer todo mal
y después; que importa el después,
ya lo conocemos: remar en la más-brea
hasta quedarse sin fuerzas y ahí ver
si nos morimos por mero estancamiento
o si al sonreír puedo pedirte
sálvame tantas noches de naufragio
y entonces así abandonar
los sueños morbosos
el miedo constante
la mugre.
Puede que entonces me bañe dos veces por día
sólo por el hecho de sentir desnuda
el agua caer y sin miradas censoras
disfrutar de pensarte
sin pensar en nada más que en el hecho de pensarte
bajo el agua sin riesgo de ahogo
desnuda sin riesgo de pecado
(ilusamente creyendo que sin riego de pecado)
No es injusta esta incesante tortura mental
es lo que elegí al no elegir
y el único sosiego posible
además de tus manos es la aceptación resignada
terrible
de que soy la dueña de mi vida
y que todo está a priori
acá, así, estático,
agazapado Todo esperando mi movimiento
que suele ser taparme con la frazada
y oír lo que tengo para decirme
que es tu nombre en veces reiteradas
que es tu perfil reaprendido, jamás visto así
en pleamar de brea, bajo la Luna
mirándome así, como lejos.
No quiero estar lejos.
Quiero llegar, y si quiero entonces, será que
si me dejás,
llegaré en cualquier momento,
andá poniendo la pava.

24 noviembre 2010

una gota

Atraviesa el espacio

entre el nacimiento y vos
a veces marca un destino
momentáneamente irreversible

confunde el mar
la oscuridad de la tierra
me confunde con el paisaje
ahora quiere hablarme
ahora digo
qué dice

digo que hubo un viaje
dice la luz del día
pregunta en silencio
escarba dentro del tiempo
las uñas del derretimiento escriben
síntomas de brisa

frío de agua
descalza respira
inicia un ciclo en la piel de una herida.

Te veo luego

Me detuve a ver el reloj de pared y noté que ella me observaba de reojo,parada en la cocina preparando algo que olía muy bien.
Puso la mesa con un sólo plato sirvió la comida y luego se paró en puntas de pie delante de mi, contuvo mi rostro con la mano, me besó la mejilla y susurró: 'tu comida favorita''.
Me senté a la mesa mientras mantenía la vista en el periódico, su mano rozó mi espalda y con su dulce voz me avisó que estaría en casa de Fresia por una hora, asentí con la cabeza mientras la cola de su gato rozaba mi pierna una y otra vez, maullando de tanto en tanto, al ver que no me dejaría leer ni comer me puse de pie y compartì con él un poquito de mi comida a lo cual respondió con rapidez,regresé a mi silla cuando de pronto el animal dio un gran salto, luego se contorsionò en el aire y comenzò a chocar contra las paredes, finalmente cayó muerto enfrente de mí con la mirada clavada en mi rostro. Sin entender muy bien lo que estaba pasando me levanté y descargué el plato en el recipiente de residuos, enjuagué los utensilios con agua caliente, destapé una botella de leche, la bebí, luego fui al baño me lavé los dientes y me acosté a dormir.

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Me despertó un leve ruido,era ella,que había regresado mucho más tarde de lo que me dijo y sin encender la luz se desplazaba por la habitación, noté que estaba algo nerviosa

porque chocaba aunque levemente con los muebles cosa que jamás hacia porque por lo general se deslizaba por el cuarto en penumbras con mucha fluidez, parecía que buscaba algo en las gavetas pero lo hacia con sigilo para no despertarme, luego me percaté de que estaba guardando algunas ropas dentro de una bolsa de tela, luego salió del cuarto con cuidado como lo hizo al entrar.

A la mañana siguiente encontré un mensaje de texto en mi celular, me avisaba que estaría en lo de su prima por unos días, no sé porqué pero tuve la impresión de que algo le había salido mal.

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Era una cálida mañana de otoño cuando mientras leía plácidamente y disfrutaba de un agradable desayuno en la vereda del café, oí el murmullo y la risa alegre de algunas mujeres que se acercaban a la esquina,cuando la vi,acompañada de unas amigas, lucía alegre y a pesar de que no me vio me sentí feliz de volver a verla después de cinco años...Quizá aún la amaba.

19 noviembre 2010

Encuentro Averbal

Cuando estamos así, parece que hubiera un silencio. Pero la verdad es que no queremos parar de hablar y es por eso que estamos así, así recostados sobre el otro. Esa cercanía que se logró después de algún intercambio verbal con treinta centímetros de aire entre nosotros, esa cercanía aún vencida por el contacto de nuestros cuerpos es toda la comunicación que hace falta. Y es mucha comunicación, es la transmisión de secretos que las palabras aún no logran codificar. Por eso algunos ignorantes dirían, sin dejar de apreciar la escena, que estamos en silencio. Pero no, no paramos de hablarnos y decirnos esas lógicas incoherencias que deriven del cariño mágico que compartimos. Un cariño que quién puede explicar sino con burdos "amor-a-primera-vista". Yo sé que no es amor a primera vista, confío en que estés de acuerdo conmigo. No puedo llamarle amor a nada de lo que haya habido cuando oí de vos por primera vez o cuando te vi ahí por primera vez, aunque para cuando te vi ya parecía conocerte. Tampoco podría decir, aunque aquí mi conocimiento se ve interferido por mi voluntad, si lo que compartimos ahora es amor. Al encontrarte, al comenzarte a conocer, al recibirte en mi vida e invadir la tuya, eramos pura incertidumbre e ignorancia. Quizás sin tanta ignorancia ya, pero la incertidumbre se mantiene en igual magnitud. Pareciera que hayamos creado certezas, certidumbres, porque haberlas, las hay, y las tenemos; pero no importa cuanto aumenten en cantidad, la incertidumbre del principio se mantiene intacta, impertérrita. No, no había amor, esa cosa tan fuerte. Habían montones de guijarros en nuestras almas estoy seguro, y a asombrosa velocidad los juntamos y comenzamos a dar forma y transmutar este sentimiento que parece mutuo y cuya mutualidad se ve obligada a sortear el espacio que es tanto entre nosotros. Porque mientras vos estás allá, yo estoy acá, y es el mundo entero entre nosotros. Sí, eso es lo que ocurre, nos encontramos de pie en polos opuestos del mundo y ejercemos esa maravillosa mágia de la naturaleza que es la gravedad entre nosotros. Esa fuerza que se propone llevarme a vos me tiene aplastado contra el planeta. Lo haría estallar para que nada hubiera interpuesto, lo haría estallar y al cuerno con todo lo que hubiera en él. Pero lo pienso bien y entiendo, en él estás vos, y quizás también yo. Te deseo de nuevo entre mis brazos, recostada, aunque sea sobre la humedad del pasto entre la polusión de la puta egoísta ciudad. Te quiero a vos a pesar de la distancia, a pesar del tiempo, a pesar de tu silencio, a pesar de mi estridencia. A pesar de mi cuerpo que se abraza al frío de las baldozas de su casa porque no puede sostenerse en pie si no es para sostener la calidez de tu torzo en brazos. Quiero maldecir y mandar todo al carajo, quiero ser garras y monstruosidad, quiero reconocerme lo que siempre fui hasta antes de conocerte, quiero esas barbaridades mientras no te tengo porque nada más tiene sentido. El cariño y el deseo que siento por vos son un amor tan grande que no caben en mí.

http://rainbows-and-lights.blogspot.com/

Las flores


Que no me cierre, pedias.  Esa fue la última noche en la que se nos vio. Mientras de tu boca surgían esas palabras, en nuestro cuerpo  se posaba el sol del ocaso.
                Mírate ahora, sonriendo mientras alegramos el panorama con todos nuestros colores, mira como con nuestra vida el panorama cambia completamente. Me tienes cansada diciéndome que no me cierre, que el sol, que la luna. Basta, no nos queda demasiado tiempo hasta que el sol caiga sobre nuestros pétalos, disfrutemos de estos últimos momentos, más juntos que nunca.
                Si el sol supo admirar todo lo que generábamos, como puedes preocuparte tanto por él, si él mismo está disfrutando de la imagen que le brindamos. Resulta algo risible, el hecho de que gracias a él podamos vivir, y que gracias a nosotros él puede disfrutar. Cuando él se vaya, nosotros ya nos habremos cerrado, mostrándole a la luna la belleza de nuestro exterior. Pero ella en ningún momento se ofendería por esa imagen, sin lugar a dudas también disfruta inmensamente de lo que pasa por dentro.
                Nuestros pétalos se van cerrando lentamente, acariciándose entre sí, tocando las manos del otro, uniéndonos para que nada exterior a nosotros pueda molestarnos. Formamos alrededor  nuestro un entorno en el cual nada nos puede hacer daño, todo aquí dentro es perfecto, tus pétalos se abren y se cierran agarrándome cada vez más fuerte, tomándome por la espalda, respirando cada vez más agitados.  De un momento a otro, lo único que nos cubre es  nuestra propia piel.
                Cada vez que acerco una parte de tu cuerpo a mi boca, puedo inundar mi ser con ese aroma tan característico tuyo, tan bello. Tanto me gusta, que mi boca trata sin mesura de averiguar si el gusto de tus pétalos es tan bello como el perfume que sale de ellos. Con cada rose de mi boca por tu ser, tu cuerpo se estremece como si el sol lo llenase de vida nuevamente, aunque fuera sea de noche.
                Todas y cada una de nuestras partes están unidas, ninguna fuerza podría separarnos por más de que lo intenten y lo intenten, hemos creado algo que es más poderoso y bello que cualquier dios del Olimpo. Ellos mismos se dan cuenta con cada una de nuestras exhalaciones cada vez más agitadas, empapadas en placer, que nunca podrán separarnos.  Y ahí el deseo que llegar cada vez más dentro del otro, totalmente mojados nos abrimos paso en el otro de forma cada vez más placentera.
                Pareciera que nos dimos cuenta  que el césped debajo de nosotros crece y nos moja quizás  por nuestra propia transpiración, pero realmente no nos importa, en ningún momento podríamos detenernos, el rose que se genera entre nuestros cuerpos es cada vez mayor, cada vez más salvaje.
                De nuevo tu voz, que con cada grito genera  cierta contorsión en  tu espalda. Tengo que moverte con delicadeza,  no me perdonaría jamás que tu cuerpo resulte lastimado entre semejante acto de amor. Tu pelo vuela con el viento mientras tu respiración se agita llegando casi al extremo. Tus pétalos vuelven a abrirse, mirando al sol.
                La primavera ha vuelto, y ahí estas vos, creciendo lentamente a mi lado en el medio del Jardín. Mostrándole al mundo tu inmensa belleza. Un jardín completamente desierto nos rodea, pero vaya que supimos crecer entre las aguas.

La felicidad del Gordo Pirulakis

Estaba contento, el Gordo Pirulakis. Exultante, pleno, creo que nunca lo habíamos visto así. Y no me refiero al ojo negro o al hilito de sangre ya seca y ennegrecida afilándose hacia abajo desde la comisura izquierda de la boca. Ni al aliento entrecortado que no necesariamente tenía que deberse al hecho de que había venido corriendo. Y se le notaba desde lejos la felicidad. Aunque ya un poco deformada por la hinchazón, la sonrisa lo precedía varios metros. Por fin el Gordo Pirulakis había logrado adelantarse a sí mismo.

Antes de saber lo que había pasado ya me había alegrado por él.

No era mi amigo el Gordo Pirulakis, pero estaba de un lado del mundo mucho más afín al que pretendían habitar tipos como Jim Pússeton, eternamente escudado en los anteojitos redondos levemente violáceos, el jardinero de jean o el juego de palabras berreta y siempre despreciativo, dirigido a seres como el Gordo, invariablemente autofestejado por una sonrisa de medio lado. Entre otras cosas, Jim Pússeton se había propuesto ser una estrella de rock and roll de infracabotaje barrial antes de estar en condiciones de hacer ningún rock o de conseguir abotonarse solito el puto jardinero. Y ninguna evidencia empírica de su fracaso constante lo inmutaba en lo más mínimo en el cumplimiento escrupuloso de su papel, frecuentemente premiado con satisfacciones del bajo vientre que andaba proponiendo por ahí enseñar a tocar a todas las groupies que no necesitaban esperar a que Pússeton se acercara a algún tipo de rock and roll menos imaginario. Tenía personalidad Jim Pússeton, solo que una personalidad equivocada. Pero a pesar de su burla, ahora el centro era del Gordo Pirulakis, toda la gloria, todo el protagonismo y el derecho a la alegría eran suyos de manera indiscutible por una vez en la vida.

La historia era muy simple. El tipo había llegado a la sala de ensayo en la que trabajaba el Gordo Pirulakis. Y venía tocado, por lo menos. Solamente alcohol dice el Gordo Pirulakis. Pero la sustancia es lo de menos y en la magnitud de la historia la intoxicación pierde toda relevancia. La cuestión es que el tipo le pidió al Gordo Pirulakis, con voz aguardentosa y algo impaciente, que prepare rápido los equipos y el Gordo empezó. Primero se enredó con uno de los cables de uno de los Marshall gigantescos, después se fue demorando en mil accidentes irrelevantes, haciendo todas las pelotudes que todos sabemos que el Gordo Pirulakis no puede dejar de hacer de ninguna manera, no importa la empresa que emprenda. Y no hay entre nosotros nadie que se lo reclame. Es el Gordo Pirulakis y eso es suficiente para explicarlo todo. Pero el tipo no parecía estar acostumbrado al Gordo Pirulakis y empezaba a ponerse nervioso. Eso no lo ayudó al Gordo, que cada vez más tropezaba, tartamudeaba y que parece que incluso hizo caer el soporte del charleston y casi tira a la mierda uno de los Marshall. Así que el tipo ya no pudo contenerse y empezó por decir algo: "¿Sos boludo, pibe?". Y el Gordo Pirulakis tal vez a esta altura ya haya sido levemente feliz o haya intuido algo de lo que vendría a partir de esa interlocución tan lograda. Pero como haya sido, no conseguía retomar el control pleno de sus movimientos y el tipo se exasperaba más, y lo volvía a putear una vez y otra y otra. Y entonces, seguro que el Gordo dejó ver esa sonrisa en su cara, tan exasperante para cualquiera que no esté al tanto de que es el Gordo Pirulakis y de que esa sonrisa casi infrahumana no esconde ningún recoveco oculto, ninguna burla desde el lodo. Pero el tipo no lo sabía, había tomado demasiado y estaba harto de todo, así que en ese momento le embocó al Gordo Pirulakis la primera piña. Parece que duró un rato. Cuando se cansó de pegarle se sentó en una silla y se puso a esperar. El Gordo se levantó de a poco y fue preparando, ahora sí con toda eficacia, cada uno de los equipos necesarios. Cuando quedó todo listo y el tipo y los que llegaron después quedaron satisfechos y todo empezó, el Gordo aprovechó para salir y correr las siete cuadras hasta lo de la Gallega, para encontrarnos en el único lugar del universo en el que era obvio que se nos podía encontrar a toda hora. Y contó cada detalle de lo que había pasado. Y la burla de Pússeton fue ineficaz frente a la pátina de satisfacción que, junto con la sangre seca, un poco en la aguja que nacía de la boca y otro poco en círculos esparcidos en el frente de la remera, hacía invulnerable al Gordo.

–¿Entendés boludo? Fue Pappo. Me cagó a trompadas Pappo. ¿Entendés? –decía el Gordo Pirulakis con su sonrisa deformada por la hinchazón, y el conjuro de esas palabras tan poca cosa lo hacía absolutamente indestructible en ese fin de día de verano. El Gordo Pirulakis disfrutaba de la más absoluta felicidad que era capaz de componer o interpretar. Y estaba

15 noviembre 2010




1.

Las mujeres usan falda y brassier
Son el reflejo de un mal beso dado por un hombre
Somos alguien al ser miradas por ellas.

Ella no sabe que yo no sé, qué significa ser una mujer
Las mujeres visten y elaboran el hogar de las ideas sutiles
Mientras que los niños jugamos y peleamos los sexos

Yo la vi buscando algo, encontrando tesoros
La sentí en mi falo mientras soñaba con el mar, que cada uno de nosotros conocemos sin haber ido nunca a playa alguna.

Vi sus manos, luz que sana
Temí ser pisado, luna en menguante.
Expresé su capa de agua cristalina
Bebiéndome el líquido fétido del desamor.


Creo que ellas saben hacer el amor
Y dominan mentes y susceptibilidades

Mamá no es mujer. No he sabido dar con la hembra

Está, cerca creo
Próxima, a definirse nula.

¡Qué me perdonen les digo!

No sé que es una mujer.



http://eldesiertoyeloasis.blogspot.com/

En carne viva.

No me arrepiento de mi muerte,
Ni de los pasos absurdos al infierno,
No me arrepiento de haber sido penosamente libre,
Ni del reflejo del alma en cada papel escrito,
No me arrepiento de haberte mirado en carne viva,
Ni de haberte soñado tan libre y penosa como yo.
Lo que hubiera dado por tan solo una sonrisa,
Una palabra de amor o alguna acción mágica.
Lo que hubiera dado por vivir seguro de mi mismo,
De tus confesiones, de mis traumas, de tus artilugios.
Si tan solo hubiera reflexionado por un instante calmo,
Recordar una plegaria al vacío, por si algún dios la oye.
Pero decidí cambiar libertad por unas risas,
Quitar cada una de las penas que me atormentaban,
¡Decidí ser el universo en tu compañía!
¡Y vos decidiste la nada! ¡Mi condena!
¡No te arrepientas de mi muerte!
Espérame junto al cancerbero iluminada,
No te arrepientas de mirarme en carne viva,
¡Solo así! La condena se aplaca.

12 noviembre 2010

A todo aquél que me encontró oruga sobreencima de una guitarra; a todo aquél que me vio los ojos pinulados y bajo un pino, renumerado y contrastivo en la cantá cantá la espera; a todo ser que siendo mujer, hombre, mujer-hombre, hombre-mujer, homosexual, travesti, dios, fantasma, dalí, caníbal, niñez, joven, aerograma, zoo, espectro, mulánima, centauro, me encontró res y novillo en una hoguera de dejen que me enamore del mundo; a toda pantalla digerida en la deshora y que en la distancia de una tecnología apuntaló el lenguaje preciso, el cuerpo-lengua de los ojos, el acto de conciencia sobre el pensamiento alimentado de palabras en su pensamiento que se siente; a toda emoción, cariñoselva, familia, pareja, peatón, comerciante, adorno, sahumerio, escalafón y músicas; les confieso:

cuando me muera, déjenme ser árbol

El cuerpo se profunda en la tierra y allí germina, allí sedimenta, allí colisiona y sigue su naturaleza de no despegarse de un helecho o raíz que luego abordarán las aves:

cuando me muera déjenme ser alimento de donde piso

Seguir el recirculo del tiempo de la sombra -lo desconocido- que no frena ni se adelanta sino que vuelve y se infinitiza, ser semilla o sólo eso; hacerme brote, fotosíntesis con la luz estelar, almacenar esa lluvia que ahora hunde en la carnal esencia de mis venas al silencio. Y ser así cualquier especie, la que designe el humus del infierno, la costra de la herida:

algarrobo
ficus
álamo
sauce
olmo
abeto
olivo
araucaria
ciprés
eucalipto
roble

Me muero. Entonces usted resiste al encierro del almacorpo que son lo que son en la yuxtapuesta, en esa imbricación indisoluble, y me mete en un pozo, cerca de donde vuelen algunos pájaros. Mañana, la sombra que ahora escribo, la fuente que ahora grita, se proyectará desde mis hojas, desde la cima de mis ramajes.

10 noviembre 2010

No, lástima.

Aún y todo;
                 que claramente no es nada
                                                          (y sin embargo extrañás que te haga el amor)
te huiste como quien se arranca a las mariposas
                                                          ahora la llamás a que se te instale en las venas;
pero no podés evitar saber, que has desaparecido con lentitud
y un poquitito más es la muerte;
ahí casi tan cerca de lo que buscás;
pero la muerte

todo es tan claudicado que a la oscuridad se te velan los ojos
y nada

el invierno
               en tus huesos
es una estación permanente

uninfiernomusical.blogspot.com

06 noviembre 2010

El Profe

- Bueno, soy el profesor suplente. Su profesor no pudo venir hoy, estaba enfermo - comienza la clase el diablo.
- Hoy hablaremos de ¨ la odiología ¨ - prosigue.
Los chicos miran extrañados.
- Sí, no me miren así, ¨ la ciencia del odio ¨, pero como siempre, se debe hacer una transposición didáctica, por eso, se los explicaré amenamente , sin tantas lógicas y teorías, sin tanto lenguaje técnico, es decir, para que lo entiendan.
A ver, pónganse a pensar en todo lo que hace daño y les agrada, todo lo que les gustaría hacerle a alguien, desde la simpleza de meter un petardo en la boca de un sapo y divertirte al verlo saltar en pedazos y que su lengua serpentee en el aire, hasta tirarle con una gomera a un pájaro, pero piensen en algo más allá, piensen en seres humanos.
Busquen dentro suyo, todos tienen el mal, el deseo de hacer sufrir a otro, el odio heredado, el miedo irracional que se convierte en asesinato.
¿ No les gusta ver películas de acción, de guerra, de hombres con pistola que se ganan a la joven más bella, disparar a cuánto se mueva, un cowboy, un gángster, un policía de Los Ángeles?
El sufrimiento los alimenta, recuerden eso. Cuanto más hagan sufrir, más vivos y felices se sentirán. El odio es indiscriminado. No hay razón, ni credos, sólo seres humanos odiándose por ideas absurdas que intentan ocultar el verdadero motivo, el mal que poseen a diferencia de esos otros seres de este planeta, movidos por instintos de supervivencia, pero la crueldad humana supera el alimento y el cobijo, allí hay otra cosa, ¡Es el placer! El placer que yo les... bueno, ejem, pero... no nos vayamos del tema.
¿ Qué dicen ahora? ¿Conocían o no conocían esa ciencia, alumnos? Creo que si han escuchado de ella, ¿No? Saben de lo que les hablo, ¡Vamos! ¡Levántense! ¡¿Qué esperan?! ¡ Pueden practicar lo aprendido ahora mismo con sus compañeros! ¡ A jugar! ¡A ver quién sabe más!
Los niños lo miran y luego se miran entre ellos. Los grupitos separados se unen, pero no por agrado, sino para la guerra.
Los niños, las niñas, todos en pelea. Crueles, levantan a uno con lentes, el más débil, entre unos cuantos más atléticos, fanáticos del fútbol, que lo tiran y lo patean insaciablemente. Después empieza la lucha indiscriminada, todos contra todos, motivados por la sangre del primer abatido. Empiezan a tirarse con sillas, a arrancarse los pelos, a estirarse las colitas las niñas e incrustarse las patas de hierro de las mesa los varones, que también luchan con lápices, lapiceras puntiagudas, tijeras, compases y borradores.
El diablo observa sonriendo la escena en sangre.
Escribe sobre el pizarrón el tema del día con pulso relajado y se va satisfecho al ver en silencio el aula.


FIN

eltiempopasamuuuyrapido.blogspot.com

Lo

Lo
otro


lo otro
desaparece lo otro

lo uno

lo desuno

lo de uno




cuando te espejo
cerca
te espera
lejos.

03 noviembre 2010

bukowski dice:


'mi maquina de escribir esta silenciosa como un sepulcro. Y yo me he quedado reducido a observar pajaros'



me pregunto si en momentos asi es donde nos damos cuenta que la vida corre y corre hasta la muerte, como gotas de rocio a la mañana, que resbalan por un vidrio hasta llegar al suelo, pero que aun asi, aquello que nos ha detenido en instantes es lo que vale la pena, simplemente porque nos deja apreciar en el asombro, que también nosotros estamos vivos cuando no corremos sin parar hacia la muerte.

Dios ha muerto (figura paterna)

En una noche de abrumadora soledad, en un rapto intenso de profundidad, me perdí en mis pensamientos y me dije:
"¿Y si acaso ya encontré el nombre de mi vacio?
¿Y si ya tengo la respuesta de todos los demonios que me aquejan?

¿Quien en su sano juicio querría saber su destino?...
(nunca entendí a los seguidores extremistas de los horóscopos)

Tenia la respuesta en mi mente, en la punta de mi lengua, tenía todo allí... y nada.
No hice nada al respecto, no hice nada con todo eso.

Mi padre ha muerto.


Un padre es una vida posible,
una madre, otra...

Para las mujeres, para los hombres.

Eso es...

1+1= 2
1+1= 1


.






"Dios ha muerto"
Friedrich Nietzsche




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