16 junio 2011

Escenas en el colectivo

I

Delante de mí los hipopótamos comenzaron a envenenarse despacio. Desde niños. Al llegar a la adultez, ya sus panzas y sus cabezas ocupaban todo el asiento y no se veía por la ventanilla. Me pasé un pañuelo húmedo por la frente y llegué a la parada. Tal vez los hipopótamos llegaron a destino también, si no se murieron antes.




II (DOLOR DE CABEZA)

El café y el azúcar en la taza. La pava en el fuego. Las ganas de tomarlo. Mi espera.

Se sentó delante de la familia numerosa. Escuchó la conversación tediosa hasta que no le fue posible. Los niños colocaron su cuello entre el vidrio y el marco de la ventanilla. Con mucho esfuerzo y luego de muchos intentos lograron separar la cabeza del resto del cuerpo. Saltaron al exterior y aplastaron repetidas veces la humana pelota hasta deformarla completamente. El papá y la mamá lanzaron puñetazos al estómago, al pecho,, a los brazos inertemente sentados hasta enrojecer sus nudillos. El colectivero miraba atentamente por el espejito.

El café está humeante y sabroso. Sale el sol.





III (BERRINCHE)

- Mamá, no voy a fumar, ya te dije
- Pero nene, cuándo me vas a decir que sí?
- Ay, no insistas, má, ya tengo 5.
- Bien que con María compartiste ayer uno…
- Es mi hermanita, no es lo mismo…
- Pero dale, hijito, son de los que fuma tu papá!
- Basta mamá, no seas pesada, no quiero y no quiero.
- Como no cambies de idea cambiamos a María de colegio.
- Ya dijiste eso hace un mes, y lo de separar las camas también.
- Cuando lleguemos a casa vamos a hablar con tu padre, vas a ver vos.




IV (MADRE)


- Madre, estoy preocupado por la falta de conexión entre la banda sonora y la imagen en este colectivo. Toco el timbre como para bajar. Y espero.
- Y estoy preocupado por la falta de coherencia, de lo demás no quiero una respuesta. Voy a descender.






V (PERTURBADO)

- ¿Te bajás?
- Descendés.
- No, ¿bajás?
- Desciendo.
- Claro, pero también sos.
- Perturbado.
- ¿No?

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