a AMC
mientras revolvía tu té,
me hablabas del sur:
de viajar al sur,
de respirar el sur,
de vivir el sur...
yo pensaba:
¿para qué tanta piel,
tantos huesos,
tanta carne?
para mí siempre vas a estar insuficientemente desnuda
(y yo, siempre, voy vivir para desnudarte,
luchando contra las absurdas reglas de la anatomía
que nos tienen tan lejos,
tan lejos,
tan lejos)
http://ungatorasgunaelcielo.
3 comentarios:
A veces pienso en eso, en cuán una mentira es la desnudez, siempre a la hora del amor uno necesita desgarrar más que las ropas que cubren la piel todos los días.
Lo más desnudo que hay son las miradas, o eso creo yo. Y también me gusta sacarme las cascaritas.
Siii, estos poetas dan que hablar!
Genial ese verso largo que corta el aire justo (no tan justo) en el medio.
hermosa poesía, che. te sigo leyendo..
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