30 junio 2009

La última campanada

La Luna se alza sobre la noche,
esa hora de terciopelo que precede al alba.
La humedad que se levanta del suelo,
y los restos de una cena atacada, ahora,
por las cucarachas.
Un vidrio empañado,
una nube pasajera.
Galeón gris del mar nocturno,
inerte testigo de esta hora.
La luna se vuelve roja,
el sol precede a la hora,
que precede a las estrellas,
opacas ahora,
radiantes,
pero no se ven,
ya no.
La hoja se trasluce a la luz,
los reflejos de esta vida la embellecen,
el filo se relame en el aire
carmesí testigo de esta hora,
carmesí es esta hora,
última, única.
carmesí, la arena del reloj.

No hay comentarios.: