30 noviembre 2009

Alberto y un tal Ricardo

- ¿Y por qué decís que es un boludo? – arremetió Alberto, llevando a la boca el vaso más por un acto de inercia que por saciar la sed.
- Porque si, porque es un boludo. Un pollerudo. Es uno de esos tipos que finge ser comprensivo, permisivo, cariñoso…
- ¿Y a ella cómo se la ve?
- Bien, qué se yo… Y no me jode, eh, para nada.
- No te creo.
- ¿Por qué no? – ahora el que arremetía la pregunta era un tal Ricardo.
- Porque sino no estarías diciendo que él es un boludo.
- ¿Vos estás insinuando que estoy celoso?
- No lo estoy insinuando, lo estoy afirmando – dijo Alberto con esa cara de satisfacción que se le hacía cada vez que pronunciaba frases con tintes hollywoodenses.
- Pero no, mirá si voy a estar celoso de ese pelotudo. Lo que sí puede ser es que sienta un poco de bronca.
- ¿Bronca de qué? ¡Mozo, una cerveza más, por favor!
- Y… bronca de que le de chances a tan poco hombre. Es uno de esos nuevos estereotipos de pseudo-hombre que andan dando vueltas por ahí. ¿Dónde quedó el egoísmo, el liderazgo, el dominio de la relación? ¿Para qué se es hombre si no es para apropiarse y dominar a una mujer?
- Vos todavía estás mal por haberla perdido…
- Si, puede ser. Me siento un poco frustrado. Frustrado porque yo le dejé bien clarito a ella que era de mi propiedad. ¿Y sabés lo mal que se lo tomó? Ahí viene la birra, qué bueno, ya se me empezaba secar el garguero…
- ¿Muy mal se lo tomó?
- Pésimo. ¡Me metió una ñapi que ni Monzón!
- ¿¡Una piña!?
- Si. ¿Desde cuándo? ¿Desde cuando es la mujer la que le pega al hombre? El Reino del Revés diría Walsh…
- ¿El periodista?
- No, la vieja esa que canta canciones para niños, al otro por suerte ya sabemos lo que le pasó – sentenció el tal Ricardo, que tuvo que maniobrar hábilmente para volver al punto central de la charla, esquivando esas ramas que se avecinaban – Bueno, como te decía: le dejé bien en claro el rol de cada uno, le dije “vos sos mía”.
- ¿Le dijiste “vos sos mía” y ahí te pegó la piña?
- No, no, no. Le dije “vos sos mía”, le agarré una teta y ahí fue cuando me golpeó.
-¿Así que, te trompeó porque le dijiste “vos sos mía”, por agarrarle la teta o por una combinación de ambas?
- ¡Porque es una feminista de mierda, por eso! – gritó escandalizando el ambiente – pero no me hago drama, eh. Ella es mía y punto.
- Pero está con otro tipo…
- Por ahora sí. Ya se va aburrir de tanta excelencia, libertad, democracia y comprensión y va a volver a necesitar un macho de verdad, uno que le ponga los puntos y la lleve con la correa al cuello.
- ¿Y mientras qué pensás hacer?
- Romperle las pelotas a los dos.


Esta historia continuará*

(N. de E: se recomienda leer ésta línea con voz nasal)



http://hundomipecho.blogspot.com

ALE NU "GRANDES CASI-ÉXITOS EN VIVO"

Concierto Acústico con Ale en guitarra y voz, Manuel Nuñez en bajo y Mac Correa en percusión.


este MIERCOLES 2 DE DICIEMBRE A LAS 20.30 HS

en BUKOWSKI (B. Mitre 1525 esq. Pasaje de la Piedad)


también se presenta EL BICHO ATOLADINHO (Guido Arce en guitarra y voz, Ruy Gatti en armónica y voz)

entrada: $10

¡empieza PUNTUAL!




¡Fuera de mi!

Maldito el día que la conocí. Creo que salió de una de esas bocas de las que uno puede decir que nada interesante emanará vez alguna. No recuerdo el dónde ni el cuándo. ¡Ojalá la ciencia me brindara una máquina del tiempo para volver a ese momento de mi vida y taparme bien fuerte los oídos, tarareando a gritos cualquier melodía sólo para acentuar la defensa sonora! Tal como solía hacer uno en la infancia.


No hay lugar ya para tales lamentos. La realidad hoy es que ya es demasiado tarde. Sin advertencia, sin anestesia, sin reparo algúno siquiera. Ha pasado tiempo ya y evadirla no consigo. Miles de recetas me han facilitado, mas el olvido no procuro.


¡Justo ella! Mire que podría haber sido cualquier otra. Muchas veces a uno lo persiguen melodías encantadoras. ¡Qué gusto no tener que esforzarse en evadirlas! ¡No desvelarse en intentos de perderlas pisada! Pero no. Tuvo que ser esa y solo esa, que me persigue, me hostiga, invade mi paz y ataca mis silencios. Seguramente, como también me han sugerido, algo habré hecho para merecerla. Para ameritar que sus pasos hoy sigan mis huellas.


Una señora un tanto particular una vez me aseguró que había sido hechizado, maldecido. Una suerte de mal de ojo, pero para mis pobres oídos. Nunca fuí de creer en la existencia de estas cuestiones metafísicas; pero aseguro que cualquiera en mi lugar se lo replantearía seriamente.

No obstante, mi lucha continuará. Con intentos que acumulan fracasos, pero que no doblegarán la resistencia. ¡Fuera de mi, melodía del demonio!


mosquitero.wordpress.com

El Hombre

El hombre sereno camina en la horilla, y mientras, medita. Lame la arena con los pies. Siente cada granito. A veces una almeja.

Algunos días un pájaro se posa en su hombro. Le acaricia la piel, lo cuida. Y engrandece más aún las inspiraciones con que el gran hombre vive. El pájaro se hace eterno en su hombro, y llega a una permanencia divina. Hasta que llega entonces a la impermanencia y desaparece.

De a ratos el agua sube de una oleada y remoja sus pies. Lo incita pues a girar su frente, sus hombros, su cadera, y entrometerse en las profundidades y bucear erguido entre las aguas. Sospecha. (Todavía) prefiere continuar por la orilla.

Vibran sus orejas conquistadas. Emanan espirales como humo en forma de embudos. ¡Respira por las orejas! Se acomoda a la música que levemente lo mueve. Iba desde pp a ffff y hasta llegaba a un pppppp, lo que significaría un séxtuple pianissimo!
El cuello se desliza en el aire como si el viento le hiciese cosquillas, o como si fuese éste una serpiente que explora y se regocija en cada espacio. Esto hace que sus ojos se relajen tanto que se ponen blancos o se cierran y pesan sus párpados.
Muy pocas veces teme. Sucede cuando algo le aguijonea justo al lado de la séptima vértebra. Recuerda allí cuando la voluntad no le alcanzaba para escapar de la estructura. Allendes veces que imágenes absortas de pensamientos, le reclamaban su presencia. Intentaba socorrerlas pero un impulso de cuidarse lo amarraba a las estructuras, horribles en sí mismas. Dejaba morir entonces, involuntario, esos pequeños mundos hermosos, que lo invitaban a salvarlos.
Asesino de lo bello, se derramó ante su fuente original, el retorno final. Danzó hacia la oscuridad. Dejó así este hombre de considerar oscuros algunos pensamientos. No lo oscuro como terrible, sino como lo que está y no podemos ver. Como aquellas cosas que se guarecen del otro lado de la luna.
Danzó hacia la oscuridad y se entregó a Ser lo oscuro. Los iluminó y se les hizo así un lugar. Entonces cambió de creciente a llena, de llena a menguante, y de menguante a nueva. Y prestó atención a cada materia oculta, y por ello a oscuras. Transformó la luna en un todo maleable, que mostraba cualquier parte de sí, siempre que él pudiese reencarnar aquello que elegía.

29 noviembre 2009

Enfrentada




http://imagenescongeladas.blogspot.com/

Nostalgia de asesino

Esto es una muerte voluntaria,
 un vuelo sin alas, una espera sin caras,

una llaga maltratada, un latir sin coronarias,

un absurdo de palabras, una lágrima de playa


Vivimos en la recta equivocada, la paralela tal vez,

la que no entiende de espejismos ni medallas

la que te aleja soñandote con él, sus carcajadas

su mirada, sus manos, sus mentiras, su después


La víctima añora al asesino, los labios el vacío

al que se salta de a dos sin escala, con desatino

Maldito destino de juez, de no a lugar,

de regalar migas a los que no piden pan


Ya me marcho, aunque el espejo sea sincero

el cristal que me corta es el tuyo

y el tuyo te corta desnuda y con esmero

¿Hace falta recordar tan sin brillo?



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28 noviembre 2009

Andróctonas

¡Hola!

Tenemos el agrado de escribirles para contarles de un nuevo proyecto editorial que presentamos este domingo 29/11 en El Lugar Fuera del Tiempo, como ya saben, el ciclo literario que estuvo llevándose a cabo durante todo noviembre en Cerrito 1060 y continuará hasta fin de año.
Se trata de Editorial Andróctonas, un nuevo emprendimiento en el que nos embarcamos juntas, después de mucho trabajo, y que estamos muy felices de poder mostrarles.
Este domingo, el ciclo se llevará a cabo en el horario habitual, con muchas sorpresas: poetas, escritores, proyección de cortos, acústicos, feria de diseñadores, exposición de fotografía, dibujos, cuadros, pintura en vivo y performances.
Los invitamos a asistir y acompañarnos para pasar un buen rato, con la buena onda de todos los domingos, y también para contarles un poco más de lo que estamos haciendo.
Por otro lado, avisarles que nuestra publicación, Visceral (libro temático de poesía realizado con Federico Guillermo Milicich y Marcos Mizzi) será presentada formalmente el próximo domingo, es decir, el 6/12, junto al proyecto personal de Julieta Acosta, (también un libro de poesía) Elope.

Desde ya, muchas gracias, y los esperamos.

María Ludwig & Julieta Acosta

http://www.bailandoconfedericoklemm.blogspot.com
http://www.nuncahableconbobdylan.blogspot.com
http://www.le-targo.blogspot.com
http://www.tienesquesermiwarhol.blogspot.com


Instrucciones de Viajeros

Medialuna,
de dos caras:
contempla
a los jacarandaes
que cantan
los relatos de la historia.


Gacelas y mares sonámbulos:
respalden
mil vestidos
de infinito, sobre el horizonte.


Puentes de tiza,
estigmas de sal:
conmuevan
nuestras mentes de coral.


Cartografía del Universo:
                                BEBÉNOS.

Zahir

Es un tanto complicado explicar, por lo menos desde la posición en la que estoy hoy, cuál es la verdadera razón de lo que voy a hacer ahora, 27 de noviembre, y cómo es que me sentí la primera vez que lo presencié. Aunque, quisiera aclarar, ese primer encuentro no tuvo, realmente, mayor repercusión en mí que la que sí ocasionaron las siguientes visitas, o para ser más exactos, las siguientes vistas. Éstas, me conmovieron como a quien observa un color indefinible, o un objeto con aspecto extraño, por lo menos comparado con las sensaciones que hasta esos días me habían atravesado. De haber tenido yo con anterioridad cierto encuentro semejante por lo menos en alguna de las cualidades del fenómeno al que me refiero, habría podido reaccionar de manera más precisa, o tal vez sería más fácil extender sobre este papel las características de lo sucedido.Intentaré adentrar con mayor especificidad a quien esté leyendo esto hacia la profundidad del asunto en cuestión. Primeramente, quiero caracterizar el primer encuentro. No sucedió por casualidad. Con esta afirmación quiero expulsar la idea, que aún revolotea entre mis neuronas, de que no existió en ese momento, ni en ningún otro, cierta conexión fenoménica entre mi persona y ese dibujo. Que no haya sucedido por casualidad brinda la posibilidad de pensar que haya sucedido por obra de algo. La trillada palabra “algo” no quiero que sea entendida con algún concepto que podría surgir de quienes son devotos a ciertas religiones o a algún tipo de filosofía "platónica" o idealista... Simplemente, sucedió por algo, algo que no quiere o no puede ser nombrado. Aunque creo que es mejor plantearlo al revés. Digo entonces que no es cierto que hayan solamente aparecido en mi vida estos encuentros y luego se convirtieron en recuerdo y nada más que eso. No... Desde la primera vez, o en forma más clara desde la segunda, que ví ese dibujo, no dejé de pensar en él. Cuando volvía a mi imaginación su forma, su color, sus vueltas, era mucho más que un recuerdo. Me transformaba cada vez en un ser sumiso a su autoridad, a su voluntad, aunque tal vez dicha voluntad fuera inexistente, por ser un simple objeto inanimado. Intenté inútilmente buscar las causas de tal asombrosa atracción que sentía hacia todo lo referido a él. En vano escarbé en mí alguna referencia pasado a algo semejante. Luego de presenciar su furtiva y eficaz atracción, tuve la suerte de poseerlo. Digo suerte, en el sentido ambiguo o indefinido de la palabra, no hablo de buena suerte. Al poseerlo, al tenerlo a mi alcance, fueron incontables las veces que lo posé frente a mí para investigarlo, para tratar de entender cuál era el truco, cuál era la fuente de tal atracción. Cada día lo observaba desde cada ángulo posible, girándolo sobre sí mismo, o mirándolo a contraluz, o con una luz tenue, a veces en la oscuridad. Lo llevaba conmigo a cada lado al que iba. De noche, cuando por fin lograba dejar de pensar en él, duraba poco el tiempo en que realmente estaba liberado de su voluntad. Bastaba con pensar en lo bien que me sentía de no estar pensando en eso, para que me inundara de nuevo con su imagen.Me estremecía al darme cuenta que ni en mis sueños me dejaba en paz, que ni siquiera en ese mundo mágico podía yo estar tranquilo, pensar en cualquier otra cosa o simplemente olvidarme de él por unos instantes. Estos sueños no eran, para ser específico, pesadillas. Eran, más bien, de ese tipo de sueños sobre los que se piensa, al momento en que dejaron de ser soñados, que se tiene completo control de los hechos que suceden dentro de él. La diferencia es que, luego de varias semanas de tener esas visiones, el convencimiento de que no era yo quien controlaba mis sueños y que sí estaban bajo el influjo de ese extraño dibujo, fue encerrándome con mayor frecuencia en una especie de alienación, esperando que llegue el día en que deje por fin de pensar en él, esperando y simplemente esperando. Esta espera, luego de tantas semanas me fue arrastrando, mientas me sedaba aquél dibujo con su imagen, hacia una profundidad de sentimientos que apenas me atrevo a mencionar.
Después de mucho tiempo de estar así, no sé realmente en qué parte de la línea del tiempo sucedió (pues hoy no recuerdo ni siquiera la manera en que se cuentan las horas), creí encontrar la mejor vía para deshacerme de su embrujo. Casi sin controlar mis manos, lo tomé de mi escritorio y lo destruí. Esta acción no hizo más que provocarme una inmensa tristeza: ahí estaba yo, con su cadáver en la mano, con una sonrisa diabólica, con expresión de triunfo, con una chispa pequeña de alegría al pensar que era libre… pero con una inmensa tristeza.
Me quedé unos segundos, o minutos, o tal vez días, observando el cadáver entre mis dedos huesudos. Sin darme cuenta me introduje en un abismal sentimiento de dolor. Lo extrañaba. Sí, eso era. Lo extrañaba. Y ese remordimiento entonces surgido creó a mi alrededor una prisión, hecha de barrotes irrompibles. Lentamente comencé a olvidar cosas, a pensar frenéticamente ideas absurdas, a intentar acelerar mis dedos a la velocidad a la que mi cabeza volaba, a buscar aquél color que apareció un día en mi vida y nunca pude olvidar. Pasaron noches en las que no dormía, pensando en mi maldita situación: había destruido aquello que me llenaba, aquello en lo que pensaba cada día, cada momento y cada segundo en los que mi existencia tenía un sentido.
Intenté creer que no fue cierto, que en realidad ese momento había sido un sueño, o algún mecanismo mental para convencerme de pensar que ya no tendría más su imagen frente a mí. Entonces busqué de nuevo ese dibujo, hasta cansarme. Mi consciencia me reprochaba no estar buscando en los lugares correctos, y mi inconsciente me alentaba más y más a seguir con esa estúpida búsqueda. Hablo de consciencia e inconciencia para que mi estado sea o más gráfica y lo menos ilegible posible, pero no quiero acercarme a estos temas de psicoanálisis.
En fin, termino estas palabras, describiendo un poco mi situación actual. Y prefiero saltearme del relato las nimiedades intermedias, ya que no posean relevancia alguna entre mis encuentros con el dibujo, su destrucción y mi situación actual. Hoy, 27 de noviembre de 1898, estoy en la esquina noroeste de la torre principal de la iglesia de Liechtenstein, a punto de dejar estos papeles en un sobre para que sean llevados a quienes corresponde. Hoy, 27 de noviembre, cumplo 37 años de vida, de los cuales 17 fueron de una inconcebible guerra conmigo mismo para frenar los impulsos desde cada lado de mi ser, para frenar la necesidad de ver ese dibujo, con la astuta y voluntaria falta de memoria que cada día intentaba borrarme lo que me quedaba de él. Es así, ya no quiero ni poseerlo, ni pensarlo, ni olvidarme. Este punto de mi vida se ha tornado imposible de continuar. Hoy, 27 de noviembre, el patio frontal de esta iglesia estará teñido de mi color favorito, el rojo.


(PD: no lo rompí)








http://manosdemarfil.blogspot.com/

27 noviembre 2009

Escrito X

Y soles, y sueles, y canta, y cantas.
Y sueles perderte sobre tu cisternita, donde proliferan los monumentos más delicados de nuestro jadeo. Sobre tu rito inconcluso te desglosas burlándote del chusco, vigorizando tus nísperos, enriqueciendo tus mejillas color rouge. Semblante, por ese encanto, ese encanto latido e indagado, corro. Sueño.

Quimeras escarlata de granas cordiales.

La mer no es la merde


Me han forzado
Me encuentro ante el mar
El cielo típicamente aterciopelado
Las olas de húmedo aire
                rompiendo en mí
Me reconozco solo
Percibo rostros con la vista
Todo a mi alrededor sólo rostros
Me han forzado hasta aquí
Como a punto de devolver
                al big fish

Fluí todo el camino
He percibido muchos cuerpos con el tacto
Arrastrándome
                era como la alfombra mágica
Floté todo el camino
De cara al interminable celestial celeste

Ya frente al mar
Pierdo toda percepción del pasado
Veo el horizonte mortal
                tragar mi futuro
Y poco a poco
Lentamente
Gradualmente
De a porciones
Eternamente
Me convierto en arenas del pasado
Me licúo en el oceano del futuro

De mí cada vez queda menos
De mí siempre sigue quedando algo

26 noviembre 2009

Inocentes

Risueño a esas horas de la noche el pibe veía la sonrisa gemela
a través del vidrio empañado de la botella caída desde el medio del cielo hasta acá

que lo hacía pensar, la botella, una burbuja subiendo hasta la boca
el vodka ardiente en el estómago y en la piel vereda lluviosa

piel camino de mil hormigas que forman nido en la cabeza
haciendo cosquillas, creando deformadas y monumentales
montañas alcanzando el cielo tocando el techo de los pensamientos

y la risa a través del vodka el calor en los ojos
el baile a contratiempo de las palabras en los labios rojos

la caída y la gracia de los vasos diminutos,

un golpe en la mesa.

Tan lindos y despiertos los jóvenes, tan dulces que las muchachas
ansiosas de tocarlos y acostarlos, de aplastarlos en un colchón
los jóvenes son una risa en el pecho, un vuelo de nube

son las mujeres despreocupadas con sus miradas de reojo y sus silencios
de sonrisa calavérica desdentada, son las manos inquietas de la cintura hasta
las piernas, son un labio mordido hundido en el cielo sangrando en sus cabezas

los jóvenes son un fósforo encendido

y círculo líquido suspendido sobre y en la mesa (no se cansan
de jugar con muerte, fieles a la natural inocencia), fósforo mojado
que arde y el fuego luz en las caras, destello en las pupilas

cómo les gusta a los jóvenes jugar con el fuego.

Nocturno

"El poniente implacable en esplandores

                                                                                                          quebró a filo de espada las distancias"
J.L.B.
 
Todo es bruma en los callejones de aquel viejo pueblo

donde el aire huele a pecado y a rústicos perfumes;

donde ninfas ardientes son perseguidas por sedientos faunos.

Amor ficticio,

dinero sucio.

Sólo Isis los contempla en la penosa noche de sus vidas

mientras sus siluetas se esfuman, breves, devoradas por las sombras.

Cruel destino,

agonizante silencio.

Al final, sólo indiferencia.

25 noviembre 2009

LA FÊTE D'EVOHÉ II



¿Qué me contursi? Dos bandas, una obra de teatro, proyecciones y amigos evoheños leyendo su arte. Y tal vez más, mucho más.

antes, la discapacitación (sic)

No quiero ser        TELEMARKETER
no quiero plata sucia del
        capitalismo más bajo
no quiero estar sentada robóticamente
molestando gente de otro continente
con absurdas patrañas consumistas


      no creo en los idiomas
creo en jugar con las palabras
                no creo en los call center
y que me quemen en
         la hoguera de las vanidades
aquellos creyentes que me acusen de hereje,
aquellos creyentes que creen (que todos tenemos
                     oportunidades de crecimiento)
aquellos creyentes (ilusos)



No quiero ser telemarketer, te juro
        no quiero, por favor no
no quiero dinero ganado con sudor indigno
no quiero         hundirme bajo los cascotes        del muro de Berlín
no quiero hundirme en el más frívolo capitalismo
no quiero entregarme completamente
tengo que aguantar un poco más sólo un poco
estoy dentro del sistema       ¿estoy dentro del sistema?

Posmodernos
pornodermos
posmo
no quiero prostituir mi voz a la posmodernidad
no quiero ser el muñeco con cassette que miente
poniéndose la camiseta de la empresa
      (hoy en Baires, mañana en Letonia)



No quiero ser telemarketer
          no debo serlo
no quiero abandonar mis principios
         no voy a hacerlo
NO QUIERO SER TELEMARKETER
te juro, no quiero, no voy a hacerlo
no voy a permitirle a un tipo
palmear gritando mi nombre
incentivándome porque quedan
diez, nueve, ocho, siete, seis
llamadas        clientes        números ventas


es mejor vivir con dos mangos
que morir en Teletech


La alienación de joven es
        el opio del empresario
¡Muera la posmodernidad
          el neoliberalismo conservador
                      la globalización!






http://vaciocosmico.blogspot.com

música introspectiva

Oí de esa realidad y me impregné. Creí figurar alrededor
de fragmentos y supe que merecía soñar aquella imagen; lo tenía todo.
Sujeté las palabras y caí en la realidad de tu arte. Leí un destino y
Destruí el azar, leí tus palabras y destruí lo efímero. Perpleja, eterna,
real ¿ podrás salvarme esta vez? música introspectiva …música del Japón y
sólo mía, real… irreal, y sólo mía. soñé desplazarme a un sinfín y conté realidad,
me detuve y dejé la música caer…

24 noviembre 2009

Queremos tanto a Julio

Escribir sobre vos es como mear contra el viento; imposible no terminar empapado. Es una misión imposible para alguien como yo. Antes de hacerlo me siento un hereje, un mediocre irrespetuoso que, a pura desfachatez, se va a meter con alguien con quien no debiera meterse; un peso pluma subiéndose al ring para enfrentar a un peso pesado, aún sabiendo que va a perder por knock out.
Tuviste la mirada de una época, de "la" época. Una mirada llena de vida, pero a la vez perdida… y, después de todo, ¿Qué fueron los años setenta, sino eso… vidas perdidas?
Pero también fuiste un niño. He visto imágenes tuyas con flores, con gatos. He visto tu corazón hecho garabato, garabato que hiciste poema y repartiste por el mundo, poemas para Pizarnik, poemas para tu madre, poemas para Aurora, para compañeros de lucha que se fueron pero nunca descansan.
Vivías por el amor, y al final fuiste uno más de los que bien describió Wilde. Haciendo todas las cosas que hiciste, solo para enamorar mujeres.
Y anduviste allá como acá, en Paris o en Bruselas, en Buenos Aires o en La Habana.
Desgarbado, ibas con el viento, pies descalzos y frente levantada, como quien sabe que no pertenece y busca en el cielo su musa final.
Parecías también un guerrillero entrañable; un tanguero hecho a la antigua. Un europeo en estas calles; un sudaca en aquellas.
Y te han visto en cada bar, en cada esquina. Con tu porte, tu altura, con tu look particular.
Nunca fuiste estéril en las discusiones; tu palabra nunca moría en ellas o en tu boca… ni en tu vieja máquina de escribir. Porque, ¿Sabés una cosa? Despertaste conciencias y derribaste barreras. Tu palabra fue acción y la acción, revolución.
Fuiste solidario con aquellos que, como vos, fueron poetas de la libertad. Aquellos que en sus manos no llevaban libros, sino fusiles FAL. Estuviste siempre donde la dignidad marcara que había que estar.
Despreciaste las palabras, que se volvieron inútiles y odiosas, el día que mataron a tu hermano en Bolivia. Te sentiste inservible y estúpido tratando de filosofar y de rimar.
Y nos contaste de un tal Lucas y una casa tomada, parábola de un nuevo país, y nos contaste de una autopista de ensueño sin principio ni final, de una rayuela que era más que un juego y nunca vamos a olvidar tus historias de crono píos y de famas.
Nos escapamos con vos de lo convencional, te seguimos hacia los recuerdos de tu infancia bien; esas casas con fondo, esa burguesía existencial. Y conocer a tus personajes tan profundos y tan llenos, fue como conocerte a vos, como conocernos los dos.
De un boom latinoamericano, dijeron algunos. De surrealismo. De realismo apostaron otros. Admirador de Julio Verne, solo eso nos quisiste contar, pero el alumno supera al maestro, como bien dice el cliché, que no por ser cliché deja de ser cierto. Y no pudiste (o no quisiste) ocultar que en tu corazón, más que historias había necesidad. Y como todo ser sensible mostraste tu lado primal, y estuviste con los que dejaron la vida por un ideal, y vos la diste también en cada párrafo, en cada palabra, hasta el final.
Vos sos la remera que falta en las calles, la que todos los jóvenes deberían usar.
Escribir sobre vos así, quizás sea infantil y poco original…
Escribir sobre vos, Cortázar.




http://unfrioyrotoaleluya.blogspot.com/

No eras vos

Estaba raro, no me sentia yo, era yo, pero mirandome desde lejos...
-Cuando al fin llegó el momento de volver, me senti fresco, con ganas de seguir y de que sea mas temprano, los demas se habian hido pero yo estaba ahi todavia; ya habias salido, no me habia dado cuenta.
Fue asi como Sali fresco como fuera de mi, como siendo uno con el mundo, y las personas solo entes a los que esquivar;
asi hice una, dos, tres cuadras ¡te vi!, tu remerita a lunarcitos, tu piel que sin tocarla sabia que era tan suave; alli volvi a mi y no pude salir ya mas, entonces mas entendido con el resto del enajenado pueblo zombie que me rodeaba, no me preocupe por la tele, ni las minas exuberantes, los colores, las mentiras que alli veia: continue mi viaje.
Cruce el semaforo, que ahora que hallo el momento tengo que decir algo sobre ese semaforo:
- aveces lo odio porque no sirve, porque no hace nada bien, porque es confuso; pero aveces me parece tan tierno, tan bajito; entonces me doy cuenta que es imprescindible, al igual que los otros que lo rodean, pero igual alguien deberia repensar todo el sistema de semaforos de ese cruce.

Volviendo a lo nuestro, crucé el semaforo. pasé la placita, vi una larguisima cola en el tren, entonces decisti de viajar alli, y me rendi a gastar las moneditas, e ir en bondi.
-como si supiera a donde iba y lo que estaba haciendo me manejaba lo mas parecido a los otros, para no parecer raro y nadie me mire , baje el tunel y no estaba el señor piediendo monedas; entonces te mire porque te vi, pero no eras vos, me di cuenta de inmediato, segui un poco mas del tunel con el horrible olor y el desague del siglo XVII...
... y te vi bajando las escaleras, y me di cuenta que tenes unas piernas hermosas, deberias usar siempre que puedas esos jeans cortitos, ¡y esa camisola verde! hay mi color preferido y con vos, pero no eras vos, te habia confundido.
Ofuscado segui caminando hacia la parada, mire alrrededor para cerciorarme que no estabas, y vi unas piernas hermosas pero no eras; cuando al fin me habia convencido de que no estabas: -aparecistes detras del colectivero (ese ortiva con cara de guiso), uf ahi estabas ...tan bella, y yo sin decir nada... con esa remerita azul que te encanta, te diste cuenta que me gustastes pero te hicistes la zota, asi tan vanidosa que sos, pero yo tambien me hice el zota y no te gusto, por eso me mirastes a mi y yo me senti tranquilo.
¡Por fin el salame del chofer subio al bondi! Y dijo: -¡suban!-
Como buen caballero te deje subir primero, me agradesistes, y disimuladamente mire, pero muy poquito casi inocentemente, el don que dios te habia dado,
-bueno saque el boleto me sente relajado, unos hacientos mas adelante que vos, que es preciso aclarar -no eras vos.
Lei una poesia sentado, me parecio que te habia gustado que leyera; igual, me encerre en el librito de poesisas elegidas por benedetti
.... que poeta, que inspiracion
...seguro que te conocio...

23 noviembre 2009

El escritor ha desaparecido

sé que hoy voy a morir porque tengo los pies atados
porque el alambre porque las manos también
porque no tendrán piedad de mí.

será una muerte lenta en lo inmediato
pero muy rápida cuando haya terminado
y que es mentira
que no veo pasar mi vida entera delante de mis ojos

sólo veo la imagen
de todos los libros que me perderé de escribir
¡cuántas páginas
cuántas letras
cuántas lenguas!

que no pienso en ella
ni en mi familia
ni en las más profundas amistades

ni en la madre ni en el padre
ni en el algodón ni en la lana ni en los resortes
ni siquiera en el cielo
mucho menos el cielo

sólo pienso en la bala
preparándose
esperando el golpe del martillo

en la bala

¿cómo se dispara una bala?
¿por qué llegamos a disparar una bala?

y ahí esta:
la bala
oculta en la penumbrosa caverna de acero

apuntándome
acusándome
vengándome.

así es que hoy
el día en que muero
no pienso en los pájaros y sus plumas
ni en los barcos los tranvías
ni en el mate ni en tu boca
ni en tu sexo ni en mi pasado

no pienso en el amor ni en el odio
ni en mis compañeros ni en mis enemigos

nada más pienso en la bala
y en todos aquéllos libros que me perderé de escribir
aún cuando con mi muerte se escriba uno grande

pienso en todas esas cosas que me perderé de hacer
a partir del momento en que la bala
salga de su escondite
para impregnarme como un número
en la memoria de unos pocos.

me duelen las muñecas los tobillos las rodillas
me sangra el alma
me duele la humillación
y no sé nada

se me infla el encono adentro de mis vísceras
se me pudre de rabia el corazón
se me encrespan de filosos diamantes los golpeados ojos
se me anuda la traquea con mil llantos reprimidos
se me enjuga la nariz de moco y vino tinto
y no sé nada

me duelen las muñecas los tobillos las rodillas
y no sé nada

no sé nada
y se acabó.


http://hundomipecho.blogspot.com

In God's Country

Agustín Ormazábal pensó

¿Saben? Hay algunas cosas que me tienen preocupado, pero llamativamente esta vez no están en mis manos solucionarse. Ocurre, que hoy estuve (entre otros lugares) por la localidad de Wilde, y me encontré con cierta situación que excede mi entendimiento. En la estación de servicio, un patrullero detenía a dos personas, pero llamativamente, no tenían cargos para hacerlo: No habían robado, no habían bebido, no habían nada. Su delito: portación de cara.
Yendo más hacia el centro, debajo del puente por el que todos pasan para ir de Bernal a Wilde, un control policial detenía a otros cuatro chicos; cuatro chicos de nuestra edad, quizás más jóvenes, y adivinen qué: portación de cara. Los detuvieron mientras pasaban por ahí.
Por cada cuadra, había un patrullero de la policía, y por cada 10, un control policial.
Ahora bien, si tengo la fortuna de que esta nota sea leída por varias personas, seguramente voy a tener la mala suerte en consecuencia de que una gran parte de ellos no va a estar de acuerdo; Es que quiero que por esta vez, entiendan por qué no admito la intolerancia en sus comentarios. ¿Saben por qué? Porque tenemos una ciudad citiada por policías, en dónde te paran en la esquina si pasás, si no pasás, o si no te decidís por ninguna de las dos.
La intolerancia, la discriminación, conducen a cosas como éstas. Nos conducen a tener un policía viéndote comer, otro viéndote besarte, y otro viéndote dormir. ¿Entienden lo grave que es? ¿Entienden que se están perdiendo las libertades por culpa del pensamiento discriminativo? Porque todo este proceso policial, no hubiera ocurrido si no se reclamaba masivamente por la mano dura.
Si podemos unificar nuestras formas de pensar como se está haciendo, buscando una solución violenta y macabra a la situación ("matándolos a todos", como se dice comunmente), ¿No podemos unificarnos de forma que podamos vivir en armonía en una sociedad mejor para todos? ¿O es más fácil matarlos a todos? Entónces, ¿Es una cuestión de pereza? ¿Es tan idiota el ser humano que cree que su vagancia lo autoriza a acabar con la vida de otro ser humano?
Por último, quisiera dedicarles a todos los que se animaron a terminar de leer la nota sin considerarla una insensatez un último concepto: No tengan cuidado con las barbaridades que dicen, sino mucho más con las que piensan, porque la discriminación y la intolerancia sólo nos llevan a un único resultado: la ausencia de libertad.
acá, la nota original

A pensar y opinar, gente linda

22 noviembre 2009

La vida y todo lo demás - Recuerdo el mar azul

Recuerdo el mar azul.
Las caricias de tu cuerpo.
La eterna incógnita.
Recuerdo el mar azul.
Mi Ser, mi plenitud
Los sordos oídos.
La paz y la soledad.
Recuerdo el mar azul.
Tus silencios brillaron en mi luz.
Solo, eternos átomos en la gran infinita mente.
Recuerdo el mar azul.

Viendo el camino

           1


Con la cabeza al mango.



Te bajaste rápido del caballo,
querías andar a pié,
chupar tu propia sangre



Vas con la suela gastada,
cansado de tanto
revuelto de huevo.
Sólo un poco de agua,
para que la pared
a la que te chocás
te deje de hablar.
Querés aprender el todo,
la nada.



Y me pregunto, qué es
lo que pesa sobre mí cuerpo,
¿o soy yo
el que peso sobre mis huesos?




El calor cae
sobre el templo
y se calientan los cerebros.
Cuando inventan ambientes
dejan puertas abiertas.



La presión puede aumentar.
¡Qué corra el aire!
y que tus manos sientan
lo que tu cuerpo siente,
lo que escucha tu cuerpo
–bocinas, sirenas, rieles –
que tus manos sientan
lo que tus oídos escuchan.
Escuchar.
           Solo eso.



Una marca de los palos-símbolos.






           2



Mi pico, un mosquito,
que chilla en los oídos.



Agradezco que me hayas inventado,
porque este sentir
es tan fuerte que se libera.
Y ahora nunca NADIE morirá.



Tipos maquillados
bajo gruesos revoques,
esconden sus nombres
en cuartos sin escapatoria.
Por eso disfrutan hasta de morir.



Son ballenas en grandes Pescas
las que aguardan en el mercado
por otro cuerpo
que deja dormir su alma,
que se despierta cada vez menos,
por el chip incrustado en la oreja.



Debe ser el Éter
de tu sigilosa columna,
la que adormece el alma.



       Aunque ya nada me convenza.





¿Qué es lo que hace el hombre
además de fichar tarjeta?



    Se la banca.




Espera la venganza
de Goliat Naturaleza
avasallando
a David Sobrenatural,
y los derviches desaparecerán.


Para que la ópera deje de chillar:
hipnotizar Guantánamo.

Escuchar la dulce tendencia
que marque Dios
o el Determinismo.



Vos empezando a creer
en las barajas de la bruja mente
que te acompaña
que sobre un invisible
está.




-

Hallazgo

.
Me encontré una oreja tirada.
Estaba sola, la pobre
Queriendo escuchar.
Y yo tan necesitada por ser escuchada.
Estábamos en el medio del desierto,
Sólo las piedras del camino presenciaban
La escasa comunicación
Entre yo y una oreja anónima,
Desencajada.
Las luces que no existían ahí
Pero sí acá,
Titilan, es tedioso,
Pero la oreja acumula y acumula,
Yo no la veo engordar,
No creo que reviente.
Quizás reviente primero el paisaje.

Amor y locura

.
Quiero que me humilles, que me hagas sentir un canalla. No quiero ser merecedor de tu perdón, ni de la redención. Quiero babearme en la mugre, retorcerme entre los gusanos que se criarán entre mis llagas; se alimentarán de esta carne, que hace mucho camina muerta. Quiero ser la porquería del mundo, quiero dar asco, quiero tener frío y hambre; vagabundo y triste, vagabundo solitario, vagabundo sin hogar. Que el infierno me lleve en vida, que las moscas me rehúyan y los cuervos se coman mis ojos. Desgarrarme en el vacio y que me devore el vacío.
Quiero que me hagas merecedor de mi castigo, que juzgues mi destino. Quiero ser la bestia que soy, quiero volver a lo primitivo, quiero sangrar y morder y romper y triturar y vestirme de animales muertos. Quiero cumplir mi estado de hombre, mi voluntad de hombre.
Quiero ser libre, quiero ser; quiero, en otras palabras, que me quieras.

20 noviembre 2009

La Pizzería

.
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La Corneta Atonal, el pequeño diario argentino, 7 de Julio de 2021, 22:30 horas. Policiales.


Por Enrique Sardina.

Hoy en el día de la fecha vemos otra vez la impunidad del poder. Siempre tenemos que sufrir la desidia y la inoperancia de la ley. Una mujer llena de vida y su marido, ambos trabajadores de la industria del diseño han sido asesinados. Las causas parecen complejas como también azarosas.

Sabemos una cosa, la pizzería era lo único que por ahora tenía conexión entre estas cuatro personas (esa fue la primera versión). Ubicada en Gascón y Corrientes, una tradicional pizzería porteña, “El Orégano” era cita de las familias de clase media. Se tiene a este lugar como apacible y había tenido la suerte hasta el día de la fecha de no tener accidentes fatales. Todo cambiaría esta noche, justamente este día, Marlene Ortiz, mujer de Pedro Ortiz empresario de la gráfica se encontraban cenando después de un día de trabajo no muy lejos de las oficinas centrales de la avenida Córdoba. La familia de los Ortiz es respetada por el ambiente y aparentemente no tenían conocidos. Ellos habían llego a eso de las 20:45 horas, según el relato de Hernán Puente, el mozo del lugar que servía en esa mesa. Él detallo: “No se veía nada raro parecían gente tranquila cansada después del trabajo obviamente, solían venir, no comían siempre pizza. Nunca discutieron en el lugar, daban buenas propinas, tenían pinta de buena gente, es una verdadera lástima”.

Todo estaba en orden, hasta que a eso de las 21:15 horas, dos personas nefastas entran por la puerta, clásicos hombres del estado y sus perrogativas. La prepotencia que los mueve es la suma del poder personal que tienen. Aparentemente también solían ir al lugar, comían Napolitana, “pedían que fuera con mucho ajo”. Ambos con historias violentas, uno de ellos de pelo largo y barba, el otro de pelo corto. Los dos estaban sentado en una mesa de espaldas, el infortunio quiso que vieran a los Ortiz. Luego de un rato, uno dijo; “Es Marlene, no ves idiota”. Claramente el otro ahí cayó a cuenta, propuso una visita. El primero que se sorprendió fue Pedro Ortiz cuando estos dos hombres se acercaron a la esquina de la pizzería donde se encontraban. Pero Marlene más que sorprendida estaba aterrada, y tenía razones. Los dos hombres la tenían amenazada desde hace años. No sabemos el porque algunos aducen un affaire con alguno de los dos mucho tiempo antes.

Se sentaron de un lado de la mesa, en el otro, los Ortiz, ambos se miraban, quizá el sorprendido era Pedro el cual estaba genuinamente indignado y quería hacer escándalo, mientras su mujer trataba por todos los medios que se calmara. Al menos esto es lo que dicen las personas que se encontraban en las mesas cercanas. Otra de las cosas que dicen es que provocaban constantemente al señor Ortiz llamando a su mujer “Gatita” en forma jocosa. Las cosas no iban bien, mientras que los Ortiz se quería ir, los dos hombres les exigían que se quedaran y que compartieran la famosa pizza napolitana que ellos solían comer. Claramente la señora Ortiz convenció a su esposo que eso era lo mejor. El hombre por lo que algunos dicen estaba entre sorprendido pero entendía que el miedo de la mujer podría tener algún fundamento. De hecho uno de las personas que estaba más cerca expuso que eso fue lo que pasó. Uno de ellos se sacó el saco y desde allí se podía ver como tenía calzada un arma a la altura del pecho.

La comida era bastante tensa, los dos hombres se tomaron una cerveza al hilo. Antes de que llegará la pizza. Parece que todas las preguntas que hicieron en sumamente ofensivas, en cierto punto ellos estaban esperando que el señor Ortiz perdiera el juicio. Puede que cuando esto pasó se originase el desastre. Algunas de las hipótesis dicen que el problema fue ese estaban a punto de matar a Pedro Ortiz. Este aún no entendía lo delicado de su situación, lo ridículo fue lo que paso después. Los interlocutores continuaron sus insultos y preguntas mientras seguían bebiendo cosa que hizo más inconsistente su agresión y mas lento sus reflejos. Fue allí cuando Pedro Ortiz cometió un error fatal, tomo una botella y se la partió en la cabeza de uno de aquellos hombres.

El otro entonces le apuntó a su mujer. El otro con la cara parcialmente cortada, levantó el arma y en una escena que ronda lo patético los dos, el agresor y Ortiz tironeaban con el arma. El otro sujeto estaba esperando que su compañero le metiera un tiro para que ambos se fueran de allí. Pero justamente eso no paso. Una cosa mucho más trágica la que recibió el tiro fue Marlene Ortiz. Al tiempo la mujer de treinta y dos años, caía con un agujero en medio de la cara seca en la mesa, despidiendo sangre. El estupor de su marido duro segundos, el otro hombre al ver la torpeza de los otros dos. Le mete un tiro tanto a su compañero como al señor Ortiz, dejando el lugar. Sin mostrar duda alguna de sus acciones, claramente se supone que este era el amante de Marlene o por lo menos eso es lo que se imagina por ahora.

La policía aún no ha sacado conclusiones en limpio. Lo que si podemos saber es que nuevamente la violencia tiñe la paginas de la actualidad y que la violencia esta al orden del día. Nuevamente la gente que el estado emplea para sus tareas actuales es de lo más detestable. No hemos visto un avance en una política medianamente humanitaria en meses, ya que en nombre de las “crisis” estos grupos armados se manejan con impunidad. No obstante aún tenemos entendido que este es un crimen pasional, aparentemente Marlene Ortiz fue una persona que durante su vida fue amante de los romances peligrosos. Esto no justifica las acciones pero da cuentas de lo enrarecido que se encuentra el escenario nacional, especialmente en el campo de la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires.

Otro tema que aun da vueltas por las agendas del gobierno y por lo que se ve no se va resolver.

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Anfetaminas y un estremecimiento en los párpados


19 noviembre 2009

El beso desierto

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Llega te a mi nube
cuando tu prefieras
a mis fantasía
y a mis arboledas.

Llega te despacio
sin aviso previo
como una sonrisa,
sin ningún misterio.

Abre interrogantes,
no le tengas miedo,
sientate a la sombra
de un viejo recuerdo.

Sube las estrellas,
y opaca la tarde,
con tu pelo negro,
con tu voz al aire,

como cuando sueño
o cuando te extraño
tenue y convincente
como en el pasado.

Llega te a mi nube
cuando se te ocurra
pues mis manos lloran
por tu piel desnuda.

Llega te despacio
sin decirme cuando
pero !ven,por Dios!
no lo pienses tanto.

Abre la presencia
de lo tuyo y mio
y deja por dentro
se escurra este río.

Quita la pavura
del atuendo tieso
pues querrás debajo
como fuimos serlo.

Rasga me el silencio
cuando te sostenga
con la voz confesa
de que ya nos llega.

Y en la tibia nube
del esparcimiento
-cuando se te ocurra
venir a mi encuentro-

veremos partir
este frío invierno
de la piel callada
y el beso desierto.

La Memoria, I

_ ¿Te acordás?

_ Sí, me acuerdo, pero invento.

_ Estábamos lejos, suele pasar, o solemos pasar.

_ Yo estuve, pero no debería hablar en pasado

_ Hay algunas cosas de las que me acuerdo bien, aunque haya olvidado parte o todo el cuerpo.

_ ¿Por qué esta noche no empezó ayer sino hace muchos años?

_ No puedo asegurar que el camino haya sido uno.

_ Somos parte del plan.

_ ¿Y quién de nosotros habló con el creador?

_ Por capricho suyo me atraviesa este color y cada vez que miro alrededor me mira.

_ No mientas.

_ Es verdad, si desafilás ese cuchillo te lo demuestro.

_ Ahora me voy a situar entre tus pestañas y tu ojo. Intentá mirarme.

_ Entonces no tengo más remedio que ser una primera vez a partir de hoy.

Matar el Hambre

Seria el cuarto o quinto tema, una versión demasiado lenta de  “So What”. La llamada del contrabajo con el dedo índice temblando en un re, la mueca del contrabajista con un ojo en el trompetista, el trompetista con ambos ojos en la boca de su instrumento, el baterista demasiado ocupado con el hi hat como para ver algo y el publico rompiendo en aplausos creyendo que todo formaba parte de un espectáculo lleno de efectos especiales.
Lo cierto es que durante los ensayos previos al concierto el problema se había repetido con cierta frecuencia y las pérdidas registradas no solo recaían en butacas y pedazos de telón sino también en tres empleados de mantenimiento del teatro y un asistente de la banda.
Las personas ubicadas en primera fila comenzaban levemente a sospechar que el incremento de la pasta negra en la boca de la trompeta no se debía precisamente a ningún tipo de efecto, y que el hecho de que el contrabajista arrojase su instrumento para ayudar al trompetista a separarse del caño, que parecía estar succionándole la boca, ocasionaba paulatinamente que algunos dejaran sus butacas para observar un poco mas de cerca.
Mientras el baterista, completamente poseído por la música, seguía marcando el pulso, el trompetista luchaba, ayudado por el contrabajista, para poder despegarse la boquilla de los labios.
Lentamente la pasta negra se elevo sobre las primeras tres filas de butacas y semejante a un arco iris descolorido (si pudiese ser eso posible) fue bajando lentamente cubriendo completamente a aproximadamente treinta y seis espectadores, la cuarta fila se vio un poco inquietada y gracias al grito de una señora en la butaca 45 todo el teatro entro repentinamente en pánico.
Corrían amuchándose en los pasillos, algunos foquitos pertenecientes a la luz de sala parpadeaban, otros se apagaban en pequeñas explosiones insignificantes y el público corría, el sector popular se fusionaba con el preferencial en una sola aglomeración atónita.
Los acomodadores, en un principio, habían salido inmediatamente a pedir que por favor todos volvieran a sus respectivas butacas pero el pánico colectivo también se fue apoderando lentamente de ellos que ya eran parte del gentío atolondrado.
Gritando, codeando, pataleando intentaban cruzar la salida de emergencias pero al estar haciéndolo todos a la vez esto resultaba imposible, algunos caían y otros pasaban por encima de los que caían.
Mientras tanto la trompeta sujeta a los labios del músico no paraba de tocar una sucesión de acordes agudísimos que atormentaban aun más la escena.
La pasta desfigurada se elevaba lentamente sobre el publico que se arrinconaba solo, el contrabajista ( que ya no ayudaba al trompetista ) observaba todo pero su mente había despegado, pensaba en un conejo, en un conejo blanco sin escapatoria frente a una serpiente elevándose frente a sus ojos, sus ojos rojos.
La pasta negra bajo y comenzó a escurrirse entre la gente, los unía, los pegaba a unos con los otros, espaldas con cabezas, pechos con brazos, uno por uno desaparecían en las profundidades de la masa.
Pensaba en el corazón del conejo, en la boca entreabierta de la serpiente y en los líquidos que recorrían su lengua. Imaginaba al conejo ingresando por la boca de la víbora, lentamente.
Los músicos sobre el escenario y nada mas, el baterista tocando enajenado, el contrabajista mirando animal planet en sus neuronas y el trompetista tragando, consumiendo la pasta negra, repleta de personas.
El veneno y la sangre caliente en los colmillos.
La trompeta sirviendo de embudo.
La cadena alimenticia o un plato de sopa.
Matar el hambre


FEREZEBEN 


18 noviembre 2009

Insignificante y etéreo.

Y si el amor no existe,

Decime entonces qué son

Estas sogas estrangulando mi torso

Que me llevan irremediablemente

(Práctica de un caos metódico).

Y si la nada no existe,

Decime entonces qué siento

Cuando veo sus sombras desde afuera

En lo frío y oscuro de esta noche,

Inexorable tiniebla interna.

17 noviembre 2009

otro

De todos modos, yo soy otro (Juan Gelman)#


Como gritaba él esta voz:
-¡Evohé!...evohé...
Si aún se escucha, ¡cómo no escribirla!

Sí, era verde, pero no lo vi,
Sí, era pegajoso, pero no lo toqué...
...Eran de un perfume, que no conocía;
-Nunca los presencié de ninguna manera,
Pero como no imaginarlos,
Si llevaban consigo
El color, la textura, y el aroma
De un puño que escribió,
Del sueño revelado de su pluma...
Y, aunque no querramos,
De tanto fanático,
Que de él aun viven...

...De un poeta que no lei,
Que no miré, que no pensé,
Que no respeté, que no odié,
Que no amé, que no viví,
Que que no, que que si, que que se yo...


#: extraído de “poemas de otros” de Mario Benedetti

15 noviembre 2009

Sólo una memoria?

_   Atención, esto es sólo una memoria.
_   Éramos ella y yo caminando sobre la vereda. Hablabamos regularmente, mirando hacia adelante, viendonos caminar juntos unos pasos más adelante. Hojas nadaban por el aire buscando el suelo. La gente pasaba cerca nuestro como si no existieramos y los perros o gatos de la calle se quedaban mirándonos. Era curioso, parecía que estuvieramos en un mundo distinto, como si perteneciéramos a uno más natural que el cotidiano. Quizás era la charla.
_   Caminábamos, caminábamos a ningún lado. Caminábamos o hacíamos al asfalto y las baldosas deslizarse hacia atrás y traer consigo el mundo que había delante. Hacíamos a nuestros cuerpos cambiar de lugar constantemente. Caminábamos hombro con hombro, cada uno en su mundo como en su burbuja, pero estando de cierta forma en la del otro. Ella me explicaba un poco ese mundo que tanto estaba yo queriendo conocer.
_   El día era hermoso. El mundo, ella y yo habíamos hecho el mejor momento que yo había vivido hasta entonces y que habría de vivir por mucho tiempo.
_   Todo parecía liviano, el tiempo no parecía pasar, o por lo menos estos eran mis pareceres. Pasamos por diversos paisajes. Primero, rodeamos el centro y después, cruzando la vida… perdón, las vías… caminamos entre casas cómodas, de gente que parecía apartada del agetreo céntrico. Y estas casas, a su vez, se presentaban en paisajes distintos. Algunas calles parecían iluminadas por esas casas, otras parecían oscurecidas, aunque probablemente fuera la impresión que me provocaban los árboles.
_   Y, tan bruscamente como todo había anunciado su inicio, de repente se anunciaba el final. Circulando las silenciosas y calmas calles, llegábamos a la fuerte corriente de automóviles. La luz fue mucha en la amplia avenida y el sonido rebotaba de pared a pared siendo ruido. Estábamos bien, creo que estábamos alegres, sosteniendo tercamente una alegría que carecía de sustento, una alegría sin principio ni fin, salida de la nada, absurda en todos sus aspectos… pero alegría. Era vaga, pero era alegre.
_   Entonces ella levantó la mano y un colectivo se detuvo a su lado. Un momento antes le había pedido que me permitiera abrazarla. Yo quería engañarme y hacerme creer que podía retenerla, pero la dejé ir y me demostré que no pude. Como siempre, al engaño lo venció la verdad. Subía los escalones y yo no dejaba de mirarla, no la dejaría de mirar hasta no poder hacerlo más. Y no pude más, el colectivo se iba. Y yo me fui también, de vuelta a casa con mis pies, con un remanente de la alegría que había sentido que, curiosamente, también era alegría.
Eso fue sólo una memoria…
                               …y tengo miedo de que siga siendo sólo eso.

13 noviembre 2009

Instante, juego y consecuencia.

Un soleado 26 de febrero, un gigantesco vikingo perecía en el puente de Stamford saboreando la sangre y el final de su epopeya, un ejército godo saqueaba y profanaba un monasterio enclavado en las costas del Danubio, un griego afirmaba que la poesía inequívocamente es “una cosa alada, sagrada y liviana”, un soldado nipón derribaba en el abismo de la penumbra a un cazador estadounidense, un pálido guerrero sajón degollaba a un picto que frustradamente veía el avenimiento de una tormenta que marcaría un fin promulgado al infinito, un alemán profesaba magistralmente astrología en Bohemia, un poeta borroso de un reino olvidado en un lenguaje irrisorio perpetraba acaso, el mejor poema existente por ende imposible de juzgar, Mariano, un simple porteño, añadía una incalculable definición a una cargada página del diccionario. Todas esas afirmaciones son verídicas; el tiempo, es baladí.




Mariano recorría un suburbio de su querida ciudad. La melancolía era protagonista en aquel gris día del cual Mariano tiene un vago recuerdo (no por falta de memoria, sino por motivos profundamente íntimos). Sentado en un pequeño banco de una plazoleta buscando una paz que sabía ancestral, sus ojos se encontraron con los de una muchacha de piel pálida, de oscuro pelo, de altivo paso, de un rostro imposible. Más que ese rostro soñado, lo cautivó su mística aura que la envolvía en una melodía incesante y hermosa, un estrepitoso éxtasis.



Un acto irrefutable continúa el relato; Mariano se puso de pie y su sombra, su eterna y fiel compañera diurna, se precipitó a la muchacha. Con una excusa ridícula y una presentación inconcebible averiguó que se llamaba María, que sus años eran prescindibles y que momentáneamente estaba perdido en la inmensa laguna de sus ojos, en un bote que perduraba en la tranquila corriente, solo movida por corrientes interiores, intensas y harto poderosas. Decidió que la visitaría en sus clases en una facultad de una materia fascinante e innombrable. “A la efímera ilusión en un transfondo ilusorio, lo procede una tristeza inacabable, la frustración y luego, una felicidad estúpida”; esa fue la angustiosa frase en la que concluyó un día inacabable de Mariano, pues aquella muchacha extraña no era la misma María que anteriormente contempló. “La muchacha de hoy seguramente ni se llamaba María, era apenas un apodo que ocultaba un nombre profundo, como una máscara que la ocultaba a su verdadero yo, que lo protegía de un terrible demonio que merodea las calles incesantemente, cuyo nombre aquí sería imperdonable.” Se decía en un extraño pero real monólogo.



Ha pasado mucho, demasiado tiempo de esos días infames, de un amor dulce y pegajoso que es un menester del alma, la cual anhela un equilibrio constante, que requiere una vida. Mariano añadió al diccionario la palabra “Mirar” cuyo significado yace frío e inhumano; Mariano le confirió una vida y sentido al verbo de vocales y consonantes memoriosos y valorables, pues le transmitió sus conclusiones a María, comprobó en ella un alma incomprendida refugiada en un cuerpo que se defendía, alguien con quien hablar de imprescindibles temas que sus ofuscadas orejas recibían como una melodía incluso más perfecta y simétrica que la anterior. El joven renacía una y otra vez, su sueño que la sociedad mediocremente había mal interpretado, era saciado en un manantial virgen y cristalino. Creo que vanidosamente lo llamaban Comprensión al manantial dicho. Pues María era una obra literaria, la literatura era un sueño transmitido y Mariano terminó viviendo el instante.
Después de pasar una tarde de domingo en San Telmo, volvía en el tren pensando que a fin y al cabo las personas que mas reiterativamente se jactan y se hacen llamar contraculturales,transgresores son los que de la forma mas sumisa y obediente se uniforman,llevan por un caudal todas sus ideas para que respondan a un estereotipo que alguien les impuso y ellos no dudaron en aceptar.(Queda claro que esto es una mera opinion ,tambien hay muchisima gente que vos la vez por la calle y te parece que solo le importa mostrarse,pero sin embargo puede ser una persona que defiende con sentimiento sus ideales y no hay por que cuestionarla,en fin, siempre hay excepciones)Es solo que me parecio todo una gran puesta en escena ,cuando al hablarles todos te respondian con el mismo tono de voz,la misma mirada,preocupados de que el saco este debidamente arrugado o de que la cantidad de manchas de vino en el pantalon no se pase de las que quedan bien y se hacen ver por que estan del lado de adelante.(hay excepciones,esa misma tarde conocí a uno de los mejores saxofonistas que haya escuchado y sin embargo estaba ahí, comprándose su imagen.)

DE ANDRES POLOWORSKY A NATASHA AKERFELDE POR SU CUMPLEAÑOS

66- Un pie


De todas las cosas que he esperado

Sola una hace aún estremecerme

Me pone de rodillas

Me hace llorar como niño

Me conmueve como drogadicto

Hay en las uñas, que son como perlas,

Una forma tallada en la suposición,

Superstición de pisadas,

Hay en él veinte años de biología

Playas, arenas, adoquines, pasto, frio…

Siempre hay frio hay medias

Pudor de unos pies imaginarios

Unas plantas escandinavas,

Un delirio una forma de pensar,

Una forma de sufrir…

Olor a esos pies..

Sabor a esos pies

Muerte en los pies,

¡Que me pisen!

Quiero verlos,

En mi pupila sale sangre por su presión

Su gravedad me inhibe, su fuerza me ¡paraliza!
 
 
 
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12 noviembre 2009

Clara Coronell



Sucesos

Sentada en su trono, la muerte empezaba a sentir que la pereza le ganaba la partida. Y así, a pesar de que con un simple movimiento de su mano podía inducir al crimen y generar catástrofes, decidió salir a estirar las piernas y a elegir algunas victimas.
Caminó durante largo rato entre la gente pero sin apurarse, después de todo para ella el tiempo no corre como para los que viven.

Allí estaba el pobre infeliz, como desde hace tiempo desde que perdió lo poco que le quedaba. Pasaba más tiempo con los muertos que con los vivos. De rodillas, sobre lo que alguna vez fue su amada. Aquel cementerio (esa tumba particularmente) se había convertido en su hogar casi tanto como su casa para ese ser, que se asemejaba mas a una marchita cáscara de naranja que a cualquier otra cosa sobre la faz de la tierra.

La muerte le dio un rodeo al hombre, para que cuando se decidiera a dejarse ver tuviera al desdichado ser enfrente. Estaba desecho en lágrimas y cada tanto se le escapaba algún gemido ahogado, después de lo cual continuaba con su silenciosa protesta contra la parca. Tuvo en cuenta todo eso y se acerco definitivamente hasta quedar a menos de un metro de el, no quería que durase demasiado, nadie merecía que una existencia como esa se prolongue más.
Cuando al fin se decidió a aparecer el hombre lanzo un grito, y ella se limitó a decir.
“Soy la muerte”
Pero la respuesta obtenida no sólo no fue la esperada, sino que nunca había escuchado esas palabras cuando alguien se le dirigía.
- Hacé lo que te plazca, no tengo nada por qué vivir -
Aquello si bien era cierto podía malinterpretarse. Si bien podía ser que no tuviera nada porque vivir, tampoco tenía alguna razón para acabar su existencia, alguna razón para hacerlo morir y que la agonía en que su andar por el mundo se había transformado.
¿Podía ser que luego de tantos siglos el momento hubiera llegado? Ella siempre pensó que seria uno de los grandes personajes de la historia…
Mientras la muerte estaba sumida en sus tribulaciones ese ser miraba fijamente a las vacías cuencas oculares de ese cadáver con toga negra que tenia en frente.
“Es cierto.” Dijo la parca pasado un rato “Sin embargo ven conmigo, te voy a enseñar un oficio.”
Y pasando alrededor de su hombro la mano en la que llevaba su hoz ambos abandonaron el cementerio y el mundo regido por el tiempo…

11 noviembre 2009

La cosa real

Ni Dios,
ni Buda,
ni los políticos.

Ni papá,
ni mamá,
ni el dinero
ni tu celular.

Ni tu auto,
ni tu pene,
ni la concha de tu novia.

Ni tu trabajo,
ni tu ropa,
ni Jesucristo en la cruz.

Ni tus besos en mi boca,
ni la factura de la luz.

Ni la televisión,
ni tus hijos.

Ni la revolución,
ni los genocidios
ni el holocausto.

Ni los libros,
ni las bombas,
ni la música con sus estrellas de rock.

Nada existe en este mundo,
nada es tan real
como un dolor de muelas.


http://unfrioyrotoaleluya.blogspot.com/

Carta 1

(Sentìte aludida por favor)


¿Como te digo como te quiero
 si te quiero más de lo que te podría
decir?

Por eso te amo, te amo con cada
gesto, en el cual de desatan
infinitos mundos de efervescente
profundidad sentimental;
La cual también deja mella en tu
corazón. Que aun no sabe que su
espíritu se conmueve cuando mis
gestos se dirigen a ese punto/a tu
alma y este responde a mi
estimulo, el amor, con un mundo
mas grande al desatado por mi en
el gesto anterior.

…Y así vivimos los dos creando
universos en cada gesto,
y galaxias en cada mirada…

Y así deseo seguir viviendo
Queriéndote sin poder decirlo
con palabras, pero si con los
gestos, que sin duda son los hijos
peregrinos del amor, que nos
visitan cada vez que es preciso
inaugurar una nueva constelación.

Funk y jazz: Amuleto- jueves 12 en Franz (Adrogué)




10 noviembre 2009

Muchas cosas chinas

Imagínate que en la calle
voceaban
la guerra de no sé cuantos carajos:
el Estado, los diarios,

.......................................y las nomenclaturas.

O que esta bien que los canillitas
hoy no hayan laburado
porque
es su feriado...
Pero, me querés decir,
.por favor
¿Cómo es que venden frutillas
a esta altura
del año?
no se deberían vender frutas
truchas,
..............genéticamente truchas

........- Transgénicas - me explica Malena -

la escucho con atención,

..........................................mientras la otra monosílaba parte de mi
...........................................................cabeza,
...........................................................se retuerce pensando que
...........................................................en las piernas
...........................................................tenes
...........................................................como zancos,
...........................................................y que
...........................................................alrededor de tu departamento,
..............................................................hay muchas cosas chinas.

Detrás de la máscara

9 de julio de 2009
Desesperado por ser otro
Corrí ansioso hacia el vestíbulo
Y vigilando que nadie me estuviese notando,
Me coloqué la máscara camuflándome en las paredes del éxito.


¡Eso sí! Jamás se agotarán mis alegrías inconmensurables
-como inconmensurables los labios-
Pues como miro desde aquí atrás
Todos leerán mi nuevo rostro,
Que no sangra ni siente.


¿O crees tú, que tras esta majestuosa caminata mía, no hay cenizas de intentos ni tampoco intenciones ocultas que dirigen lo que se muestra?



De igual modo, cuando un día veo mi sombra
También veo que yo no estoy en ella.
Porque la observo desde este otro lado
Y un indistinguible carácter de la máscara me aleja incluso de mi propia oscuridad.

Continúa ésta perteneciéndome tal como lo era antes
Sin embargo, mi memoria dice
Que antaño había ahí dentro mucho más de mí.



¡Es que la máscara me ha encarcelado!
¡Y ha hecho falsas todas mis visiones!


¡Auxilio! ¡Atención! ¡Que tu revestimiento se desligue!
¡Hónrate en librarme!

09 noviembre 2009

0445241 – 1351 – 302 – 39 – 40

Llegamos con las espaldas castigadas y los hombros vencidos; pareciamos mulas de carga. Pero mulas y todo, llegamos, con algun minuto de margen casi casi sobre la hora: 302 decía el cartel y yo no lo había visto a la altura del 301 y por eso pregunte en el 301 y me dijo que estaba mas adelante y no descansamos hasta llegar acalorados y transpirados hasta nuestros 39 y 40. 39 y 40 primero recibieron las cargas y recién despues recibieron nuestros cuerpos ya desprendidos de sus abrigos indeseados y los suspiros aparecieron y las palpitaciones tardaron en estabilizarse pero ya habíamos llegado y el claxon cercano anunciaba que la empresa apenas comenzaba y contentos nos besamos con la relajación de quien termina una maratón o escala una montaña o quien cumple una misión y reflexiona inconscientemente y sin pensar en todo lo que tuvo que pasar y pisar y pesar para llegar a esa meta, esa cima, ese final del recorrido y entonces comenzamos a ser felices por nuestro presente que sería efímero por muy largo o corto o mas o menos que nos haya parecido o me haya parecido o le haya parecido. Entonces aterrizamos a la tranquilidad y digerimos algunas palabras de Julio, de su parte, y de Eduardo, de la mía, pero no por mucho tiempo ya que me pide que haga mate y los sanguches milanezcos pero de génesis porteña comienzan a desfilar primero de a uno y luego de a dos y hago mate y hablamos un poco de la vida seguramente mientras el pan se me pegaba entre los dientes y el paladar pero qué me importa si sólo es pan. Galeano ya no era compañía asi que por mucho que me haya pedido que no por envidia o soledad yo me pongo los auriculares y luego de buscar mi música agarro algo que no me canse pero me abraza y entonces la música ya no me importa y la dejo sin haber escuchado mas que un par de minutos pero no me importa porque me abraza y me abrasa. Entonces de a poco la noche se hace mas profunda y cada uno se hunde de a poco en su mundo si bien nuestros cuerpos nunca dejan de estar en contacto pero yo comienzo a tener esas conversaciones que tengo conmigo mismo en mi cabeza y me resuenan canciones pero no me acuerdo la letra y me ayuda y cantamos un poco algunas canciones que siempre compartimos y me pide que toque la guitarra y toco la guitarra y toco lo que siempre toco y se ríe de mis caras pero no me importa porque yo también me río pero estoy incomodo y entonces la guardo y voy al baño y vuelvo y estaba en mi lugar y luego yo en el suyo pero no me importa porque sigue a mi lado. Y no se si el rayo cayó o partió y sólo mucho después se que sólo fue visto pero no me importa porque sigue siendo motivo de conversación conmigo mismo en esas conversaciones que mantengo en mi cabeza. Y en un momento me dan ganas de escribir y comienzo a figurar la forma y el contenido y el contenido es la forma o la forma el contenido y me doy cuenta que todo lo que pensaba lo traducía simultáneamente para volcarlo al papel pero no tengo papel y las luces ya estaban apagadas asi que sólo deseo no muy fervientemente no olvidar lo que estoy pensando para fijarlo en algún momento pero no me importa porque ya lo pensé y en todo caso sería anacrónico pero no me importa porque estoy escribiendo. El sueño me cae de a poco y las conversaciones se van esfumando paulatinamente y duermo y despierto pero vuelvo a dormir pero estoy incómodo asi que despierto y vuelvo a dormir pero mientras no duermo miro y veo poco porque la niebla y el vidrio sólo desnudan silueta pero no me importa porque me voy a dormir y en algún momento me duermo y no despierto hasta después y me doy cuenta en algún momento que la cima o la meta o el final llega y se acerca y me doy cuenta que no es lo que mas deseo sino el estar ahi esperando ese final o esa meta o esa cima sin llegar sino sólo esperando. Y vamos quedando pocos y cada vez menos y pienso en la triste actualidad del ferrocarril y eso sí me importa porque lo pienso y estoy triste. Y en algún momento ya es de día y estamos llegando y dice que ciudad de mierda y pasamos por el puente y mi hogar está cerca pero no me importa porque ya no es mi hogar pero no me importa porque está mi gente en algún lugar dando vueltas y no en el aire como dice la canción pero no me importa porque estoy a su lado y no del color sino del lugar próximo a su persona. Y no saltó tanto como tanto me dijeron y no fue tan tortuoso como muchas veces pensé pero nunca me importó porque no iba sólo y si bien nunca deje mis conversaciones interiores siempre estuvo a mi lado y no me dejó ni un segundo pensar en algo triste mas que lo que dije antes y entonces llegamos y nos separamos y yo espero con frío y me voy y pienso qué triste lo del ferrocarril.


mosquitero.wordpress.com

El hombre que se hartó



Tinta china y lapices de colores



08 noviembre 2009

A los Secos Avellanos

_   Estaba riendo entre amigos, sentado sobre el pasto, sintiendo la briza otoñal acariciar su rostro. Contaba chistes familiares y agradables, esos que, no importa cuánto se repitan, siempre darán gracia y alegría. Reía de chistes que no se oían. Y les contaba las novedades, las novedades todas a sus amigos. Habiendo transcurrido unas horas en este entorno, se levantó disculpándose y abandonándolos hasta la próxima vez. Se fue dando pasos.
_   Anduvo a pasos limpios, método de transporte un tanto olvidado por nos la humanidad, para llegar donde sus padres pacientemente le esperaban, como siempre. Esa paciencia de padres que va más allá de las apariencias. Sonreía constantemente mirándolos con cariño, mirando más allá de ellos. Pero cuando miraba justo acá, los veía terrenales y sentía lástima.
_   Lástima típica de los hijos porque ellos tienen más y mejores cualidades que los padres y lo reconocen con dolor. No es fácil estar en mejores condiciones que alguien a quien tanto amamos. Para compensarlo, los trataba con una paciencia igual o superior a la latente paciencia paternal. Había allí una frialdad que recordaba un calor, una calidez, un tiempo pasado pero no olvidado ni abandonado. La frialdad, que era efímera, momentánea, recordaba los placeres y calores pasados que dieron lugar a los actuales.
_   Tanto que decir sobre un momento tan simple y sencillo.
_   Les puso al tanto de todos sus logros sin recibir respuesta satisfactoria, prueba alguna de que sus padres estuvieran orgullosos. Lo mismo que con todos, nunca los padres han sido, o serán, capaces de expresar orgullo por sus hijos en el grado que estos lo necesitan percibir ¿Pero cómo culparlos? …tan llenos y completos con sus vidas pasadas. Y, en la fría conversación y la cálida reflexión, se despidió de sus progenitores hasta la próxima vez.
_   Adoptó nuevamente el transporte primitivo de caminar y caminó. Caminando se puede estar mucho tiempo sin recorrer mucho espacio pero sentía que recorría tiempos y espacios, sendos de a montones. Anduvo entre multitud de personas y pasó nuevamente por donde sus amigos estaban amuchados. Los saludó de paso con la broma de que esa parecía la próxima vez en que dijo que los vería pero que habría otra próxima vez para juntarse más apropiadamente.
_   Siguió con sus pasos, cada uno tan fuera de moda, y llegó hasta un amplio arco, un umbral debajo del cual se quedó parado un momento. Era curioso cómo del otro lado el sol parecía brillar con mayor intensidad a través del aire de la tarde. Siguió avanzando, ya del otro lado, hasta el cordón de la vereda donde esperó.
_   Vio venir uno de esos transportes a motor, grandes y largos, un colectivo, de color verde oscuro por la calle y lo detuvo alzando la mano. Subió y dijo al conductor la zona donde quedaba su casa. Puso el debido dinero en la máquina que expendería el boleto de viaje y buscó un asiento, de los cuales, por suerte, habían algunos a su disposición. Y así se fue de vuelta a su casa. Y así se fue más veloz y modernamente, recorriendo en menos tiempo mucho más espacio pero sintiéndose paralizado entre sendos, del cementerio de Avellaneda.

07 noviembre 2009

Primero el Hombre creó a Dios
mas luego le dio muerte
después lloró durante dos mil años

El Hombre es un pésimo padre
que se obliga a amar a su hijo
mientras crea las herramientas para matarlo

¿Estamos presenciando la vejez del Hombre?



http://hundomipecho.blogspot.com

La interferencia

Que
fácil caer
no hacer pie con los pensamientos
ante la metódica interrupción
resbalarse
ante interferencia diaria
fragmentos
piezas •)* sueltas
flotan
       en un
               vacío
donde raros bichos
que pueblan los acontecimientos …allá están…
son pegajosos
irritables
arrastran su voz
grasienta
nerviosa
espantan a la belleza

05 noviembre 2009

La maravillosa mocosidad del pañuelo

1 - El camino

Qué ven los conductores en nuestros dedos
hay fuga (hay misterio?)....pero qué ven.
Estamos cansados....Mejor sería dormir
¿Qué ves en mis dedos? ........Hay
fuga y misterio?

/-/

2 - Al fuego I

Me exije que no toque el fuego...que
no patee las brasas....Que......- pibe.
Pero el cielo quiere........el cielo pide
chispas.

/-/

3 - Al fuego II

Cuándo se acaba el humo....En qué
nube....A quién sofoca....Cuántos quedan
allá arriba....Cuánto nos falta....Cuándo
se acaba el fuego....En qué nube.

/-/

Leer a Bolaño:

Y después volvió a decirme que se iba. Y yo le dije, antes de que él siguiera, que me parecía magnífico, no hay nada como viajar y conocer mundo, ciudades distintas y cielos distintos, y él me dijo que el cielo era igual en todas partes, las ciudades cambiaban pero el cielo era el mismo, y yo le dije que eso no era verdad, que yo creía que no era verdad y que además él mismo tenía un poema en donde hablaba de los cielos pintados por el Dr. Atl.

.......................puede resultar tan triste.

/-/

4 - La tristeza que es luz

Si desde el suelo
sube hasta tu cara
una gota de rocío,
no la detengas,
que te empape los ojos
que sea lágrima
y brote de tu pupila
forme un río por tu mejilla
un río salado cayendo
hasta lo más obscuro
hasta ahí.
Y si desde tu cara
baja hasta apoyarse en el suelo
una gota que alguna vez fue río,
no la detengas,
que te empape los pies.

/-/

5 - El camino y la piedra

Caminando sobre el borde del andén....puede verse
el cielo mismo del infierno a tus pies....pueden verse
ratas negras escapándole al terremoto....chapitas
danzando esquizofrenia....colillas aplastadas y tu
cigarro cayendo....como un cirio fotografiado....Podés ver
tu reflejo fantasma de una piedra....que flota en un lago
....................allá
............................................en las aguas
..........................del infierno.

/-/

6 - Los amigos

A pesar de no ir a ningún lado caminamos
en círculos o en línea recta....descansamos
..........Y nada nos importa más en la noche
que la luz, que la luz nos despierte y
cantar para ella....Ver cómo su silueta
nos sonríe, gritar más....para ser la ceguera y morir

Nosotros no tenemos garganta....solo el brillo
por la noche y su sonrisa....Los destellos

Ya quedamos pocos....Pero mientras escuche
al menos un aullido....ella será feliz.

/-/

no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más formar fila para morir.


A.P.