25 octubre 2009

“Querido editor” (homenaje a Bukowski)

Querido editor:
Me llego tu respuesta sobre mis escritos...
Maldito pedazo de mierda.
No podía esperar otra cosa de un forro auto complaciente y cínico como vos.
Sos un pequeño trozo de basura humana, pura escoria.
Crees tener la receta para todos mis males ¿Quien te dio el título de Dios todopoderoso de la literatura?
Estas mas sobreestimado que Shakespeare y mas subestimado que Stephen King.
No quiero aquí tu esnobismo, ni tu elitismo. No quiero definiciones académicas sobre una sensación. No quiero eso en mi vida, ya no lo necesito... no a esta altura... Guárdate tus malditas palabras.
¿Quien en su sano juicio creyó que alguien con tu vida puede saber algo sobre literatura?...
Vos...
Vos y tu sucia vida
En tu oficina,
con tu sonriente esposa,
tus sanísimos hijos,
tú casa burguesa... Recuerdo cuando eras como yo, y golpeábamos la cara de tipos como lo que ahora sos...
Jodidamente inteligente. Siempre te admire por eso, no me avergüenza decirlo... Y mírate ahora, tan solo un nexo, una especie de manager en una vocación que no lo requiere (al fin y al cabo ¿Cual si?), un mercader sin su Venecia.
Ahórrate tus palabras adornadas. Tus palabras perfumadas con fragancias del ayer, esas que ya no usas... No voy a caer en tu trampa... No lo vas a obtener, sea lo que sea, mi respuesta será: "No".

Te entregue mi puta vida, mi sudor. Mi alma y mi corazón. Mis mejores noches de insomnio, mis peores días de alienación... Todo en un pedazo de papel...
Y desde tu comodidad anodina solo recibo sumisión...
¡Hijo de mil puta!... ¡Sumisión!
Perro mal parido, mentiroso, embustero... eso es lo que sos.
¿Que te diferencia ahora de aquel oficinista del cual nos solíamos reír? ¿Acaso tu maleta es ya mas grande que tu razón?...
Espero que te pudras de remordimiento, que se te despierte la conciencia, que no puedas dormir...
¡Cagon! ¡Subite al ring! ¡Ensúciate!
¡Veni! Estoy esperándote...
Y si nada de eso llegara a pasar, por lo menos espero que tu dinero se convierta en cáncer para tu cuerpo (cuando pidas ayuda, allí estaré), que tus premios y distinciones se conviertan en cruces sobre tu espalda y que tus best-sellers se quemen todos frente a tus ojos quebrados en llanto.

Ojalá algún día nos volvamos a juntar a tomar un whisky y a pudrirnos los dientes con ese tabaco exportado del que tanto te gusta alardear, mientras clavamos la lengua en la vida de los demás. ¿Aun recuerdas la bohemia jodido nazi?
...Espero que todavía tengas mi número de teléfono...
Dile a tu jefe lo que pienso de ti, porque es lo mismo que pienso de el.
Junto a la carta te mando adjuntado el texto reescrito, tal y como lo pediste... ¡Burócrata dictador!

Con enfermiza compasión y sincero afecto.
Tu amigo,
Danilo Martín Gatti.
Buenos Aires, Enero 2009.






http://unfrioyrotoaleluya.blogspot.com/

No hay comentarios.: