11 enero 2010

Aire... ¡Aire!

Siempre habrá espacio para el aire, siempre habrá espacio para el aire, siempre habrá espacio para el aire, no te preocupe cuánto espacio haya, siempre será suficiente para el aire.

     No fue fácil llegar hasta acá. Muchos edificios… No, no se me malentienda, tienen una bellísima estética. Tampoco me significaron estorbo alguno en mi camino hasta aquí. También he de atribuir la dificultad de mi andar al transito. No, no vine en auto, no quedé en medio de ningún embotellamiento, de hecho no se cruzaron en mi camino. La cúpula construida sobre la ciudad también hizo difícil mi paso ¿Que te perdiste? Quizás te haga falta una mejor explicación de mi parte. Recordarás que hace tiempo se construyó esa cúpula para lograr concentrar el oxígeno.
     Bien, el oxígeno está demasiado concentrado, la presión atmosférica se dice que ya es el doble de lo que fue un par de siglos atrás. Las medidas se habían tomado para generar un clima apropiado para nuestra perdurabilidad. Sin embargo, no se consideró que las variables… variarían, valga la redundancia, al continuar con nuestro dulce hábito de construir y consumir cuanto recurso hubiera cerca nuestro.
     Sí, me fue muy difícil llenar mis pulmones debidamente. Caminar ya no era recomendado y entonces entendí por qué. Pero no te preocupes, no te hagas drama en lo más mínimo, ya estoy acá con vos, en esta eternidad con vos. Ya no necesitas esperar en soledad a que nuestros demás amigos y familias. Aquí, quiero creer, esta vez sí, el aire no se nos acabará, no otra vez.

No hay comentarios.: