10 enero 2010

Serpiente

Quizás en Lutecia se encuentre la razón,
Gesta del sentimiento accesorio,
Como un grito ahogado en lagos incestuosos
Sin vergüenza; ya, sin miedo y sin dragón.

Angustia del ser que transcurre sin retorno,
Besos envueltos en celofán, para regalo.
Una abominación espectral por el signo laberíntico
Con significados patéticos y agoniosos.

Club de París -acaso la Babel posmoderna-,
Donde no somos deudores, sino acreedores
De la pasión del arcaico Toth y su fisura,
De una unión, a la vez contingente y eterna.

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