10 febrero 2010

Calas Rubias

No me hagas sufrir
la noche tibia
troquelando imágenes
de calas rubias.

No sé lo que es
penar el alma
con las angustiosas anécdotas
exacerbadas de la mente
que constituyen la realidad.

¡Oiga, Monasterio,
no se atreva a manchar el honorable nombre
de El Zorro!
Alta traición es ignorar
al pueblo de California
¡viva El Zorro!

No me hagas degustar
la rutina de las tardes de otoño;
que todavía no ha llegado la temporada de lluvias
que todavía no han llegado las golondrinas a Marte
aún no han vuelto las madres de las plazas
aún no han preparado los postres
ni los vendajes para las rodillas de los niños
ni los niños se han bañado
ni los gatos han lamido con sus lenguas ásperas
las manos, no me hagas degustar
con mi lengua suave
la rutina de esas tardes lejanas

Sé lo que es
esconderse tras los arbustos,
chupar el primer mate, llorando
entrar por las puertas y huir por las ventanas
sé lo que es
el tacto de una mano de terciopelo

Se lo advertí, Capitán.
¡En guardia!



http://vaciocosmico.blogspot.com

4 comentarios:

Martín dijo...

precioso, me encantó. me gusta en tus poemas esa versatilidad (qué palabra) de registros, es como una amalgama de imágenes que llega a ser canción, y tan libre.

Anónimo dijo...

TE JURO UN SUSPIRO.


Muy bello, compañerisima.
Agu,

Ferezeben dijo...

me gusta me llego como una voz bipolar mientras lo leia. te dedico a mi vez un aghhh

Ferezeben dijo...

ahora que lo leo otra vez, mas bien una voz tripolar