El paisaje no me dice nada.
No es aquel horizonte vertical
-de un lado, ello; del otro, aquello-
mientras avanzo
lo que destroza las ansias.
La ciudad es insomne,
es ignorante e ignota,
y aquí todo es un inmenso letargo
que acaricia lentamente la insanía.
Acaso pudiera desatarlo, y esfumarse
como el grafito bajo un dedo;
pero no, ahí se queda y nada sé,
nada de besos saliendo al desfile,
por el paisaje, porque no,
Porque
El paisaje no me dice nada.
3 comentarios:
Lo bueno vuelve, lo bueno vuelve. (Demostrado con la puesía, mai frién)
Gracias varias, señorita. Espero seguir inspirado, o no sé.
nada de besos saliendo al desfile
ese verso brilla
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