Con el estilete de la naturaleza intrínseca y el peso de su propia sombra, transita el pasaje de su discordia.
Temblores en cada peldaño, tribulaciones en la pendiente; eufemismos trocan verdades, sentidos opuestos en la doble vía sin salida.
Poco o nada. Todo o mucho. Tortuoso paréntesis entre dos vacíos. Uno. Ninguno. Nada.
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