17 marzo 2010

Hidden (parte 2)

- todos mis días son la misma mierda. Tengo que mirarte a los ojos. Me rehúso a acariciarte pero me obligas a hacerlo. Me aburrí de hacerte sexo oral y de tener que peinarte. No quiero bañarte mas, sos tan miserable como la posible abstracción de amor que decir sentir.
No puedo sacar de la ropa tu olor a caca impregnado, tu ropa interior junta bichos. Tu torso se deformo con el tiempo, siempre en la misma posición.
Cuando me besas, me rasguñas, me cortas, me cojes, me mordes, me humillas, me haces temblar, me aplaudís, me gritas, me lastimas, me golpeas, me besas, me chupas, me mordes, me volves a besar, me cortas, me volves a coger, días y días olvido el perfume al viento.
Para generar señales, todo sistema requiere de un lenguaje, incierto, desconocido, perverso. Violarte es la máxima expresión de amor que existe entre estas cinco paredes. Violarte, luego golpearte, volver a violarte y finalmente escupirte es mi deseo mas grato.


- Las áreas afectadas no necesariamente son vitales. Podes vivir sin una mano, una oreja o un seno.
El solo hecho de pensar en estos experimentos me altera. Tengo miedo de que del día a la noche cambies de opinión. Necesito hacerlos. Es esencial.
Ni te imaginas lo bello que es verte con la mirada perdida en algún objeto del lugar, durante horas te lagrimean los ojos.
Las situaciones en que la perfección falla son claras. Sueles caerte, te mareas, te sangran los lagrimales, has perdido dientes. En un principio te avise de todo ello, asentiste con mucha seguridad.
Tener una memoria emocional, sin duda posee un enorme valor adaptativo. Cada vez que te atacas en la camilla podés estar horas enteras, hasta el momento en que toco tu seno.
¿Por qué se genera esta diferencia? Cuando lamo tus pies no ocurre ningún cambio, al igual que cuando muerdo tus manos y tiro de tu pelo. Decías que eso te generaba placer.
Ahora estas sangrando. Hace cinco minutos no para de hacerlo, pero pronto tendrá que acabar.

No hay comentarios.: