No lloran los torsos rotos,
ni los quinientos telegramas,
ni los dientes de leche castañeando.
No se lamentan por las deudas incobrables
ni por los rayos en rojo que desploman sobre las pantallas
Ni siquiera les molesta esa montaña de escombros,
rodeada de una pagana aureola de polvo
donde, alguna vez, los bautizaron
Lo que les enferma la cabeza
son los secos golpes del cortafierro,
su musica convulsa de ataque de nervios
http://picantecity.blogspot.com/
2 comentarios:
Pará, aparte de que es muy bueno el puema... ¿Qué pasó con al poeta vino? era el mejor nombre del mundi.
Sí, qué bueno.
Ya no molesta lo pagano ni los rayos en rojo. La música convulsa.
¡ataque de nervios!
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