12 marzo 2010

Lupe, nostalgia.

¿Cuantas veces quisiste no volver Che? Decime, nombrame, contame.
Muchas. Tantas.
Y justo que hoy a mi me pasa lo mismo, me acorde de la última vez que fuimos a comprar esa jarra para el jugo, porque yo decía que la botella de agua era un mal lugar para prepararlo, demasiado plástico por todos lados.
Descubrí también que ya no es lo mismo la casa de mis viejos. Pero ni a gancho.
Descubrí que después de fumar un Lucky Strike, si fumas un Marlboro es como la nada misma, tan suave. Descubrí mis papeles viejos, de la secundaria, hojas color café con leche y el trazo de la lapicera azul remarcando la firma que tenían las hojas en el margen que con el mal pulso y los remolinos que tenían, siempre me quedaban mal.
Descubrí que te extrañaba y que me hubiera gustado estar sentada en casa con vos, comiendo garrapiñada de almendras, con café amargo, como la vida.
Y el colectivo y el paro de subtes y el bancario y lo caro que esta vivir la pucha.
Y mi viejo, que insistía –Lupe, si querés te llevo yo a tu casa- ¿Y para que le iba a contestar? No quería mandarlo a ningún lado. Pobre, que culpa tenía la buena voluntad del pobre ignorante...
Y no quería volver con vos. Quería volver a mi casa.

1 comentario:

Tu Sol sigo a Roetana. dijo...

Es hermoso y te amo.


JENGIBRE.


(Agu)