“No puedes cambiar el viaje de una navaja.”
el ñam ñam
en la mesa de negociación
el degollado sin filo,
ver por el retrovisor
nuestro desvíos clausurados,
como empequeñecen los apetitos
lo determinado
en la intimidad del que se tira,
los curiosos que se acercan
a las equis de la ecuación
que se despejan a sí mismas
el progreso
según los imitadores de Elvis,
el cuerpo heredado por los travestís
los llena
del don de la violencia
el lugar del siamés en el sofá,
el reverso
del acto del elefante,
del contorsionista,
el animal print acechado
detrás del pantalón de tu hija
un numero menos de zapatos,
un numero mas de pacifistas
Picante City,
Doña Florinda, Moe,
el Homo-Sapiens
según un talk-show
el que te pisa los talones,
el que te pisa los cordones,
todos resortes
que agujerean el colchón,
que despiertan
este don de la violencia
lo anacrónico
del crash de auto
y adentro
una princesa agonizando
o la medicina
cortando por lo sano,
acero de la ciencia
que hiriendo
con precisión reanima
este don de la violencia
todo ocurrió
en cinco minutos
y sin disparar un solo tiro
1 comentario:
BASTA de ser tan capo, éste si, creo que éste éste es uno de mis favoritos, si si. Justo el lunes escribía algo sobre la anacronía/ ese tema revuelve como pocas cositas. Te felcito y bueno, eso: los abrazos.
Agustina.
Publicar un comentario