07 marzo 2012

la mano
que sostiene mis párpados
previene
una nieve
la nieve del piano
la muerte primera
el incendio
de los troncos
en el alma
y esa calidez
angustia monótona
penetrante clave
de sol de hierba de lunas

no,
no es esta la tarde
en que nombré los nombres
sin agua
sin duelo
encorvado
dispuesto al silencio
mutando
en el clarecer
de los bordes de un río

aquí estoy
tapando las piedras
con mi sombra inerte
y les insisto
les recuerdo
que pasaré mañana
tal vez más sordo
con la impedancia
los climas índigos
y me golpearán
tal vez los mismos
cráteres del aire

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