23 junio 2009

Descomposición

descomponer los colores del alma hasta la última consecuencia
donde ya no queden grillos que canten ni reflejos eternos,
donde ya tan transparente ni siquiera pueda percibirse el sabor de las batallas perdidas,
sólo la esencia de los que responden
todo grito de ayuda y también
toda esperanza,
sentirse poseído por la fugacidad de esa desfiguración
ni cruel ni sabia
ni tu boca ni la mía, sino todo lo que surge después
todo lo que nos sucede
sentirse vivo, sentirse eterno,
sentir que ahí viene otro tono a empaparnos lo que ya ni siquiera es
una cara
no tiene forma, salvo eso que se aproxima
a desmenuzarnos, justo ahora
que somos dos
y somos
nada.


Aquí está

1 comentario:

Mindbleeder dijo...

¿Cómo se me va a pasar algún comentario hecho a alguna creación mía? Mi ego no lo permitiría.
Si algo se me pasara por alto, no me detendría a discriminar entre modernos y antiguos.
(Maldito aire literario que tiene esta revista que me hace expresar raro)

Estos versos me recuerdan al concepto alquímico de esa querida serie animada que sigo tan fielmente.
Destruir para construir
Descomponer para componer
Deshacer para hacer
Todo y nada. Uno es todo y todo es uno.

¿Qué decís en este texto? ¿Qué expresás?
Un sentimiento universal, correspondiente incluso al más ignorante, al más vacío humano sólo por su condición de humano. Aquel adicto que se consume en su adicción y despierta más tarde sintiendo los dolores de un cuerpo que pretende reconstruirse para ser vuelto a destruir. El extremo ego a la par de la extrema humildad (la extrema humillación), ambos yuxtapuestos.
Pero eso digo yo, nada más.

Algo más...
No entendí tu firma, creo que quedó inconclusa
Y quiero entenderla