18 junio 2009

A través de una ventana diferente

Porque sí.
Tal como crispantes olas
rompen en rocas, tal como
respiras aire y yo olvido.
Porque sí, siempre
te llevaré conmigo.

Pienso en tu cabello, el brillo resplandeciente ante el sol. Y en cada comida recuerdo el helado, aquél que saboreamos juntos los dos. En todas horas suena el eco de tu risa, acompañada por una carcajada mía; y un destello al despertar. Cada minuto que marca el reloj te pienso, figura abstracta que jamás volveré a contemplar. Perfumar. Por cada momento que recurres, insolente en mi memoria pura, adentrándote en el alma insegura; una lágrima cae a rozar, sin trémulas ni escrúpulos, una mejilla que se deja acariciar.

~ No hay medicina que cure lo que no cura la Felicidad. ~

1 comentario:

Mindbleeder dijo...

La felicidad no es una cura
La felicidad es el estado de "curado"