04 agosto 2009

Montaña

Al subir a la montaña, esta vez, puedo observar una transformación.

Desde la cima se ve todo más claro, se ve todo más pequeño, veo todo junto…
todos los instantes fotografiados por mis ojos trémulos, grises y apagados,
ahora se reproduce como un cortometraje biológico y fantástico, nunca más aparente
que en este momento en que estoy detenido en la nada,
detenido en todo.

¿Aparente?
Sí, las fotografías sólo por el momento serán eternas, y me brindan imágenes;
las recibo y hablo de ellas
habiéndolas sumergido en el mar de mi subjetividad pobretona;
como el espectador de cualquier película
proyectada en el suelo de la Tierra, analizo lo que veo, desde mi lunática montaña barilochense.

¿Detenido?
Sí, parado en el centro de la cima,
de la nada, de todo.
Mientras todo avanza en derredor mío:
-las transacciones continúan,
-los negocios reabren luego de las vacaciones programadas,
-ustedes visitan a sus familias,
-mi cuerpo se escapa cobardemente de la mía,
-viajes terrestres o aéreos suceden,
-movimientos continúan,
-las personas siguen ganando dinero, perdiendo tiempo en estúpidas tareas fútiles,
-el pelo de algunos cae,
-el de otros se vuelva cada segundo más blanco,
-unos se hacen más inteligentes,
-otros menos,
-mi reloj me dice que otra hora falleció,
-y que renacerá mañana, con otro nombre,
-las olas del lago avanzan y retroceden, avanzan y retroceden,
-niños mueren de hambre,
-familias mendigan,
-nieve blanca enfría aún más la sangre de quien no tiene techo,
-aguas enjuagan rostros sucios,
-desahuciados corazones explotan de felicidad y/o tristeza luego de ser abarcados por alguna mirada,
-pulmones ta-báquicos sufren de cáncer,
-cantantes gorjean sinfonías ininteligibles para la gente de hoy,
-unos venden personas,
-aman personas,
-destruyen personas,
-crean personas,
-resguardan personas del miedo,
-se comen personas,
-se pelean con personas…
…unos vivieron, otros murieron, algunos viven, otros nacerán, todos morirán…

…Idiotas escribimos en blogs soñando ser leídos…

Mientras todo esto sucede, yo simplemente grito ¡No!,
me detengo en el tiempo carroñero y veo, sentado en una butaca
de terciopelo, mi vida vivida hasta hoy; hablo de esa película, que algunos dicen por ahí
que se ve cuando estamos a punto de expirar, a punto de perecer, en el último segundo de vida…
¡Yo lo veo, créanme!

¡Qué suerte tengo yo!
Toda mi vida se devela ante mí, mi memoria vuelve,
mi memoria me devuelve lo que yo quiera, cuando yo quiera, todo junto
(no a cuentagotas) para poder editarlo y armar mi propio cortometraje de vida…

Entonces, comprendo, entiendo: si puedo ver esto, es que estoy muriendo:
mi alma se desvanece en esplendentes partecillas de color oro;
cada pedazo parte hacia el suelo; parte y reposa en cada fotografía instantánea vivida;
parte, reposa y da vida a cada momento; mi alma abandona mi cuerpo detenido en el tiempo,
en la cima de todo y viaja al pasado; esta alma muerta pertenece al pasado,
no debe existir en el presente, debe ser como lo pasado,
sólo un recuerdo feliz.
¡Muérete junto al pasado, alma mía!

Queda mi cuerpo vacío, de apariencia cadavérica, como siempre…
solo, vacío y sólo vacío, con un poco de memoria. Vacío que admira la vida vivida.
A mi cuerpo le nace un espíritu creador. Mi cuerpo envidia el pasado que posee a mi alma.

En un ataque de ira, utiliza lo que puede
de ese espíritu creador recién nacido, de esa capacidad de crear nuevos seres
dentro de él y se crea un alma para que llene su vacío.

Ahora este cuerpo débil sigue siguiendo su vida normal,
mientras una pequeña almita niña nace dentro de él.

([es]Recordaré que la memoria nunca se extinguió
ni se extinguirá dentro de mí; siempre recordaré a esa alma [,]
Niñita que bailaba alrededor de mi cuerpo, bajo flagrantes y
bellas melodías, día y/o noche. Y algún día o noche,
si definitivamente mi cuerpo no sobrevive sin ella, volveré a buscarla desesperado,
descendiendo de esta montaña, rodando,
suplicándole a esa resplandeciente alma
que vuelva conmigo. Suplicándole a mi cuerpo que vuelva
a resguardar a su antigua alma.


http://manosdemarfil.blogspot.com/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo indispensable es despegarse de la existencia para ser cenizas del deshielo; por eso resulta tan congelante renacer!
Abrazo camarada!

Román dijo...

Hace mucho frío hoy acá, en este nacimiento.
Y acá en este invierno, camarada, todavía no conocí a nadie más que a mí. O sí, conocí a alguien pero no, todavía no. Y nos vi a esta persona y a mí bailar y gritar y saltar y volver a bailar durante la noche de cualquier día. Y a esta persona que ya conocí la saludé hasta siempre, hace años, y no creeré haberle visto alguna vez, estoy seguro. Pero sé que le veré muchas veces desde hoy hasta siempre... uff... Y no entiendo ni quiero entender porqué tengo una sonrisa en la cara... Después te comento bien, camarada.