¿Y si un día de estos,
gritando desaforadamente,
arrancamos esos lastres
de la cabeza oxidada
con un trajín deleznable?
Mezclamos ansias con costumbre,
y cantidad necesaria de esperma.
Y hacemos una micro nada.
O un hombre que dejará de existir,
cuando la dama de lo alto lo olvide.
Ella peina y maquilla sus angustias,
nos conoce y nos desconoce.
Y a la vez, bosteza nuestras almas,
con un sonido muy gutural,
que la penetra y la deshace.
¿Somos o no somos?
Fugaces como el alba
las sombras de tu boca beso,
y evoco imágenes de tu pecho,
pero, si sos, si es que realmente sos
sólo ella lo sabe.
4 comentarios:
Ni nunca lo sabra. Muy bueno.
Mierrrrrrda, se despertó Facundito.
Muchas gracias! Estoy prácticamente emocionado.
¡Pero emocionesé! No tengo palabras...
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