No quiero ser TELEMARKETER
no quiero plata sucia del
capitalismo más bajo
no quiero estar sentada robóticamente
molestando gente de otro continente
con absurdas patrañas consumistas
no creo en los idiomas
creo en jugar con las palabras
no creo en los call center
y que me quemen en
la hoguera de las vanidades
aquellos creyentes que me acusen de hereje,
aquellos creyentes que creen (que todos tenemos
oportunidades de crecimiento)
aquellos creyentes (ilusos)
No quiero ser telemarketer, te juro
no quiero, por favor no
no quiero dinero ganado con sudor indigno
no quiero hundirme bajo los cascotes del muro de Berlín
no quiero hundirme en el más frívolo capitalismo
no quiero entregarme completamente
tengo que aguantar un poco más sólo un poco
estoy dentro del sistema ¿estoy dentro del sistema?
Posmodernos
pornodermos
posmo
no quiero prostituir mi voz a la posmodernidad
no quiero ser el muñeco con cassette que miente
poniéndose la camiseta de la empresa
(hoy en Baires, mañana en Letonia)
No quiero ser telemarketer
no debo serlo
no quiero abandonar mis principios
no voy a hacerlo
NO QUIERO SER TELEMARKETER
te juro, no quiero, no voy a hacerlo
no voy a permitirle a un tipo
palmear gritando mi nombre
incentivándome porque quedan
diez, nueve, ocho, siete, seis
llamadas clientes números ventas
es mejor vivir con dos mangos
que morir en Teletech
La alienación de joven es
el opio del empresario
¡Muera la posmodernidad
el neoliberalismo conservador
la globalización!
http://vaciocosmico.blogspot.com
6 comentarios:
Ya te lo dije en tu blog, este es muy muy bueno!
Lena, muchas buenas noticias en poco tiempo, che!
Y Waisman se va al carajo... Faltan horas.
JA! pero pero pero
si es el espíritu poético al que Carlitos nunca le dio oportunidad ocupado en su Capital
y en su amor secreto con Engels.
Pero qué bueno.
Y el afiche, está para un diego.
Y
qué intolerable que Fucó sea pelado.
Nos vé.
pela:
te felicito lena me encanta esta poesia es clarisima y a la vez llena de pasion.. pero para no empalagarte los ojos te haria una critica pero la dejo para otra ocacion...
"La alienación del joven es el opio del empresario". Ése es el gran triunfo de la dictadura: el joven alienado, el joven sentado frente a una computadora con uno de esos microfonitos a lo Mack Phantom (o como cuernos se escriba) hablando en español neutro o en italiano o en inglés sonriéndole al espejito para que su supervisor vea lo sumiso que es el empleado modelo de la empresa. Qué buen poema, qué bueno que tengas esa actitud combativa, y qué bueno que la tengas realmente y que no sea solo una postura. Amo que seas un hueso duro de roer, Lena.
SOS DIOS, MALE.
McPhantom con papas y gaseosa grandes.
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