27 noviembre 2009

Escrito X

Y soles, y sueles, y canta, y cantas.
Y sueles perderte sobre tu cisternita, donde proliferan los monumentos más delicados de nuestro jadeo. Sobre tu rito inconcluso te desglosas burlándote del chusco, vigorizando tus nísperos, enriqueciendo tus mejillas color rouge. Semblante, por ese encanto, ese encanto latido e indagado, corro. Sueño.

Quimeras escarlata de granas cordiales.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus palabras tienen la belleza de lo caótico.

Freddie dijo...

¡Qué sugestivo! Líricamente delicioso, diría el amigo Wilde. Espero que haya más Larribaud en Evohé.

Agustina dijo...

JUAN SOS EL PUETA MÁS PUETA Y POR ESO TE QUIERO.

ASI NOMÁ´