10 diciembre 2009

Todos los libros de autoayuda son violentos

Todos los libros de autoayuda son violentos.
En el patio interno de mi departamento hay un hombre que es feliz;
Toma cerveza con sus amigos, fuma pipas importadas, se rasca la panza tirado en una reposera de colores y es feliz.

Todos los martes tiene sexo con una rubia veinteañera,
lujuriosa y sin vergüenza.
Tiene sexo desnudo,
toca tetas y es feliz.

Aparentemente desde el jueves tiene una nueva adquisición:

motocross roja y gigante;

De acá arriba es más gigante y el rojo encandila.

De mi pieza veo todo,
todo eso separado de mí por una ventana más el ángulo que se forma al calcular la altura.
Tres pisos no más,
pero todo eso separado de mí.

Hace dos días me pareció reconocer a la chica rubia en el mercado del frente;
pero no,
no era martes.

La chica rubia tenía cara de buena mina y unas tetas gigantes;
levantó la mano justo cuando yo pasaba por el frente,
por un momento creí que me saludaba,
después me convencí de que no,
no era martes.

Hace dos años siempre se repite la misma escena:
Yo en mi ventana,
y abajo el motoquero que tiene reposera y es feliz.

Por elección propia decidí no permitirme mirar más para afuera;
sin embargo últimamente el crujido de la moto encendida se me planta como un sonido denso e insoportable.
No aprendo a dormir con el;
asi que limpio la casa de noche.

Ayer abrí la ventana pero me alejé enseguida.
El humo tóxico de la moto se me metió en toda la casa, fui a cerrarla y sin querer
-juro que sin querer-
vi a una morocha;
ahora si era martes,
y era morocha.

Tapándome la nariz para no respirar el monóxido y moviendo la cabeza lado a lado me acordé de la rubia,
la rubia que era buena mina;

después de un blanco y conteniendo la respiración todavía
pensé en la moto,
en el hijo de puta de la moto
y en que él era feliz.






http://florflorlopez.blogspot.com 
http://laganaquesemeda.blogspot.com

2 comentarios:

Agu dijo...

M
  E FASCINO.




abrazo a su creadur.

Kosma dijo...

Si, es fantástico.