26 enero 2010

Mate Amargo.

Evocadísimo
por la giraluna
que rondaba en sus oídos
se quedó sentado
escuchando ese tango,
en espera marrón
y completa
se quedo esperando
con su perro
que llegará ya la noche.
Avísale por favor
que
los guijarros ya nos miran,
que las piernas ya nos rezan
pero
que estamos llegando,
con la libertad del páramo
y la luz del farol
para arrebatarle
el caminito de piedras
y entregarle nuestras alas
      de tranquera.

1 comentario:

Lena - Cocotúoc dijo...

Iba a poner un montón de cosas sobre Juan Rulfo y José Hernández pero no tienen nada que ver, solo que vos sos una bellísima pueta, y que me ponés las palabras de tal manera que creo son una cápsula de esas que te llevan a otros mundos.