30 enero 2010

Si Jesús viniera a mí

Yo mismo me apartaría
del camino más beato
si Jesús a mí viniera

Si Jesús viniera a mí le preguntaría
intentando escapar de las lenguas que supone su ropaje
hecho de tantos colores como pintores ha habido
en medio de tantas sombras como años duro lo oscuro
¿por qué no quiere que yo ame?

Si Jesús viniera a mí le preguntaría
por qué miente, por qué dicen
que era virgen
si conoció el amor
de sus hijos
de una hija
de una puta divina

Si Jesús viniera a mí le preguntaría
por qué si la verdad grita sobre la densa cortina
que se dispone sobre el silencio callado
y susurra en las almas de los Ángeles
palabras de hematite
debo callar lo que tengo que apurarme a decir
antes de que el crepúsculo me asfixie la cintura

Pero él, si Jesús viniera,
quizás me preguntaría algo triste
cansado, sin recordar como se siente un seno
¿qué hago al lado de los hijos de Grecia?
¿por qué me empecino en diseccionar el paraíso
en los cuerpos de los hombres?
¿por qué le pregunto a las voces graves
cómo se da un beso?
¿por que me miro en el río que finge para mí
la incipiente barba de sus caras?
¿cómo he averiguado si no es por medio de un pecado sucio
que los hombres, como él, necios, brutos, ciegos, hercúleos caras de nada
besan mejor que las criadas?

Si Jesús fuera mi padre
si lo fuera realmente
le pediría por favor
que no repitiera errores

que no me mate

1 comentario:

Lena - Cocotúoc dijo...

Sos genial, te leo y me siento tan hipócrita escribiendo algo que me suena desesperado cuando este texto entre angustioso y bien plantado le rompe la jeta a todo lo establecido.

Me inclino ante tu arte, pequeño Rimbaud posmoderno.