07 enero 2010

Tempus fugit

El mundo sigue su curso. La noche amenaza ser más estrellada que de costumbre y el calor atestigua el comienzo de la recta final del verano, como aquel condenado que multiplica sus fuerzas en un desesperado último intento por permancer.
Todo es distinto. Y, tal vez por eso, huele a viejo. A historia repetida, transitada.
Como telaraña fresca el cansancio atrae al sueño, lo seduce con su más preciada carnada para luego fagocitarlo, a sabiendas de que ambos son una excusa desamparada, una vuelta de página hacia el mismo prologo, similar epílogo.
El amor la más bella mentira envuelta en vapores de alcohol, mientras las sábanas absorben instinto y destilan pasión.
Tantas veces he pretendido quemar las naves que ya no ha de haber madera por encender, y aún así sostengo un fósforo en mi mano.
Tan lejos, tan cerca...
 


http://leflambeur.blogspot.com/

1 comentario:

Agu dijo...

El amor la más bella mentira envuelta en vapores de alcohol; un día escribi algo así.

Che escribis muy lindo y bien. Uno se da cuenta cuando el otro escribre muy lindo y biem, es como que todo cierra, todo esta por donde vos querés y nos guias, pero todo tiene un sentido muy cierto, VERDADERO.