23 febrero 2010

Cotidiano

Sábana volátil
cortina espesa
Un bolsillo cerrado, un tajo que no se ve
Galaxia de habitaciones esperando a su huésped
que no llega a tiempo


Ojos escarlata, sonrisa perfumada
tornado efímero color carmesí
Desasosiego amamantado y vendado
Psicología adoptada y angustia recurrente
Ser penoso, que no mira y no trasciende
deslizándose en un bote, sin remos


Verano injusto, torre hechizante
Búsqueda inútil, sonrisa falsa
estallido de llantos en el núcleo concurrido
La arena se aleja, el mar se ríe
Lo veo todo claro en el extraño lugar
páramo oceánico



Ciudadela humana, con calor
Oro que no brilla (se apagó)
Fatiga universal, unicornio de viento
Perdidos en un rumbo señalado


Condensación de irremediables malevajes
con una daga me laceran
Mis huesos intactos


Creo ver tierra firme y oler pastos prometedores
No, es un engaño de la corriente y la bruma
Estoy rodeado de mar y lodo
y ya no quiero llover más.

1 comentario:

Facundo dijo...

Muy bueno tu poema, está genial. Keep on working.