25 febrero 2010

El salva, salvador


Duro problema el de la Religión. Muchos dicen que no tiene sentido. Muchos sufren por él y otros tantos no les importan. Pero cada tanto cuando muchos cansados están, muchos depositan la fe en algo en algo que lo salve. Esa voluntad de fugarse del propio cuerpo hace maravillas o por lo menos es lo que he visto yo. Más en un mundo como este donde las cosas no solo se desvanecen en el aire sino que no valen la pena.
Podemos pedir algo más. Hoy en estas tierras ateas, El salvaor; hace sensación. Un ex drogadicto, un tipo que se perdió y volvió al seno del creador. Bueno en fin, un converso que se creía mucho más. Un converso que después de todo había encontrado algo que hacer con su vida. El mundo, la ciudad lo recibía. Todos querían un poco de esa magia del amor propio no pretencioso que el tenía pese a creerse el salvador…
El salvador, el único que conocía el vivir. Príncipe de los pobres y de los desterrados, desde el infierno de la exclusión y la delincuencia un hombre volvió a la paz y sin secuelas por lo menos eso eran lo que decían lo que promocionaban. Porque al fin y al fin, esa es la realidad de la que todos reniegan. Porque ya no existen las montañas sagradas sino los puntos turísticos. El capitalismo tiene a su salvador, su entrega hace las parodias del catocomunismo. Los ateos son millones, porque las gentes perdieron la idea de sagrado y cuando los árboles caen. Las ninfas se mueren. Las rutas que surcan el planeta adelantan la muerte porque la gente llega antes a todas partes.
En todo esto en Israel hay una mancha de sangre y el imperio somete al pueblo elegido el palestino. Dios, que es Allah, aún esta. Sus creyentes se enfrentan antes los tanques, ellos dudan del salvador del capitalismo, “el Salva, salvador”. Les parece esa última gran fantochada que el hombre se puede encontrar antes del fin. Pero claro ellos son los enemigos del mundo por lo que nada peor les puede pasar.
Es en babilonia, la gran New York donde el hechizo ocurre. Los Yankees, siempre fieles porque son guerreros tienen que morir porque “el ser supremo y sus formas de la libertad así lo quieren”. Un iluminado de los cielos del tercer mundo, un paria que no lo es un salvador que les hace milagros ha llegado hasta ellos. Los escépticos conspiran pero nadie se anima a hacer frente a los prodigios, así lo auditorios van cayendo a sus pies. El triunfador, el divino, el mismo salvador es el que enloquece a las masas. Aparece en las remeras y las revistas. Todos quieren algo de él. La iglesia no se cual realmente es la primera que le da el visto bueno, pero los otros credos no tardan en disputar de quien es el salvador. Roma no es ajena a esto, nadie lo es.
Traje blanco, miraba perdida. Sin ambiciones puede mirar las cosas sin tener que enfrentarse con ellas. Esa es la paz que conquista multitudes y que decía no a las guerras y otras calamidades. Poder a la gente, poder de creer otra vez en el “salvador” este que luego de miles de años volvía o aparecía por primera vez, cuando se es mesiánico la controversia es ley.
Divina providencia a aquel que rechaza los dólares, divina cortesía a ese que no responde los insultos. Pero los prodigios eran todos artificios mediáticos de lo que el mismo “Salva” no tenía idea, él solo tenía la voluntad de ayudar. Pero la gente no se conformaba lo quería: en Internet, en televisión; las mujeres lo deseaban para bien y para mal. Porque después de todo nadie podría negarse a que el mismo mesías era mediático y los presidentes querían que le bendijeran las gestiones. Todos peleaban para que el Salva pudiera quedarse con ellos. New York fue la que lo tuvo más tiempo, porque el mismo fue a Wall Street, al igual que en la biblia se enfureció por ese frenesí burgués. Y la gente lo siguió y todos ellos rompieron la maldita sede donde todo se compraba y se vendía incluso la muerte. Pero los empresarios vieron bendecidos algunas de sus deudas al no tener que pagarlas. El salvador no podría estar siempre allí. Por eso empezó su predicación que como dijimos “no sabía que hacia”. La gente deliraba y en “My Space” estaba su gira por el mundo. Las cúpulas norteamericanas vieron una forma de unirlos a todos en una misma iglesia. El mismo día que el salvador llegaba a África a esta le era perdonada toda su deuda. Los políticos que entendieron lo que pasaba fueron los primeros que dieron al “Salva” potestad entre las naciones. Nadie quería quedarse afuera y ser enemigo de la fe.
El salvaor, no tiene límites, cuando llegó a la ONU lo hicieron príncipe entre príncipes. A lo que él dio como gesto la paz perpetua. Nuevamente las izquierdas del mundo veían con horror un fenómeno que se creía superado, la teocracia. En este caso la teocracia mediática. Pero a diferencia de las patrañas políticas anteriores solo los que estaban por debajo del gran rey, eran corruptos y él no lo era. Tenía esa autoridad moral que servía para tanto. La gente fue a rendirle pleitesía en ese mundo que ya no tenía historia sino que empezaba a ver la salvación. Por unas semanas el mundo empezaba con el “Salva” y terminaba con el “Salva”. Todo el día las 24 horas aunque este salvador era imprevisible podría ser que un día hiciera cosas que nadie pudiese suponer. Una de ellas fue decir que el “dinero era para todos porque todos trabajaban por el mundo”. Esto fue un llamamiento extraordinario y desembolso de parte de la riqueza acumulada. Otra de sus frases polémicas, “tener derechos a cuatro comidas diarias sin excepción, bajo cualquier punto del globo”. En ese momento la gente esperaba esas declaraciones progresistas que desde la ONU llegaban de la misma fuente de la verdad.
El “salva” estaba para ayudar a la gente y eso tenía que hacer. Pero los que lo tenía en las cámaras no quería que ayudara tanto. Por lo que recomendaron que descansara y se fuera a las montañas a pensar y hacer un “libro” nuevo. Actual. Sobre lo que sería su gobierno. Una doctrina por si algo le pasase. Porque de alguna manera algo le tenía pasar es cuestión de tiempo y parte del ritual del mesías, nadie puede tolerar en realidad el gobierno de dios en la tierra. Porque claro ¿quién se haría cargo frente al mismo Dios de sus fracasos? Sería ser niños eternamente, una gran resaca existencial. Una falta de todo sentido, ya que lo que hay son solo órdenes y no destino. No hay misterios ni gente que los inventa.
Cuando la religión se hace obvia termina por desesperar. Las grandes personas que decían ser devotas se dedicaron a especular y como siempre, hasta un mesías puede ser un hecho de ganancia extraordinaria. Después de todo el consumismo llego para quedarse, los DVD y toda la parafernalia se vendía el supuesto “sitio Web oficial”. No obstante el retiro no fue bueno para el salvador porque en parte sus propios fantasmas podrían volver. El libro sin embargo, su libro el cual era dictado a un grupo de “escribas” selectos tenía por sin la liberación de la gente de ese sistema que la estaba ahogando. La vuelta al mundo de lo sencillo como única manera de detener matanzas e idioteces vacías como el racismo o las sectas. Nadie sin embrago haría caso al mensaje, porque al fin y al cabo como todas las religiones y libros sagrados precedentes. Cada uno interpretaba lo que quería y eso era lo peor. No podrían vivir de la ley de Dios, como no podrían vivir con la ley de lo hombres.
No obstante el Salva vivía y la gente exigía su regreso. Los grandes grupos económicos temían alguna medida demasiado caritativa que pusiera fin a sus bienes materiales. Pero por otro lado las masas consumidoras reclamaban a su salvador creado por ellos mismos. Nada se podría hacer el Salva tendría que volver. Volvió en un avión de color verde, para llamar la atención y hablar sobre la esperanza. El cual tenía muchos sponsors de los más variado por lo que la nave parecía un mosaico. Descender y la gloria, el rock star, las mujeres lo amaban. Muchas querían un hijo del mismo Salva y hacían declaraciones estrafalarias.
Como siempre entre las luces y su traje blanco más la cara incomible, parecía milagroso. Tanto que la gente ya se acostumbraba a dar por milagroso cual hecho que le pareciera raro. Pero el Salva iba a sorprender, algunas de sus formas de hacer de su pueblo otra cosa. Dijo; “No tomen Coca-cola una semana y aprendan”. La gente hizo caso y en uno de los hechos más raros, restringieron su consumo. Los empresarios insultaban a los realizadores de las ideas sobre el Salva, mucho peor cuando las acciones de la empresa cayeron. Todos estaban pensando que este poder sobre la gente común estaba bloqueando la fuerza anterior la del mercado.
Por eso se barajaban algunas cosas para poder hacerle frente, una era desacreditarlo y destruirle la imagen pública. Otra hacer alguna otra figura mediática religiosa. Primero, estallo una noticia; “El Salva podría estar implicado en la violación de una menor”. Mucha gente se enojó contra el Salva y otra por el contrario se molestó con los medios. Así apareció una pequeña rubia, joven y pecosa. Ella narraba las atrocidades del Salva, aunque claro la jugaba salió mal al final. La misma mujer cuando vio al Salva en persona entro en shock religioso y admitió que todo era una mentira y la paga recibida por la historia. Los fieles que dudaban se entregaron con más fervor que nunca. Los medios opositores sufrieron destrozos. Insultar al salvador era delito y más con cosas inventadas. La “brigada para la salvación”, brazo armado del Salva que el mismo mesías no sabía que existía se adjudico el hecho de violencia.
¿El capitalismo estaba en su fin? Sería como el fin de Roma a manos de bárbaros y creyentes. Imposible. Tanto que es muy difícil saber si había que matarlo retirarlo y los sucesos con la gente. Es la primera vez que la religión es mediática a nivel mundial. El Salva así puede estar en todas partes. Casi es la misma verdad siempre hay un canal de televisión que lo tiene presente. Hasta los programas de chimentos imaginan o inventan cosas. Pero fundamentalmente la gente no esta comprando cosas y alguna no va atrabajar tanto como antes. Lo peor los gerentes y sus superiores muchas veces no se preocupan por ellos. Todos van más lento, la economía también pero nadie se preocupa. Los escépticos derrotados no tienen lugar en el mundo donde poder respirar y alguno que otro ya fue quemado en la hoguera. Por lo demás la vida de las urbes no andaba bien. Por lo que al final el Mesías se fue a Brasil. Más precisamente a Río de Janeiro. Debajo de su antecesor el Cristo estaba el, y miles lo siguieron como caravana. Lo peor fue la declaración que siguió, “esta es la ciudad donde por fin surgirá mi iglesia”, los políticos brasileños, presionaron a los cardenales católicos brasileños para que dieran el visto bueno. La nueva sede de la salvación y el gobierno del mundo estaba en Río de Janeiro. Mientras que en Roma y Nueva York rechinaban los dientes.
La bendición llegaba todos los días. Los colores de Brasil serían los colores de la doctrina, y la liturgia tendría esos colores. Pero el portugués no sería el idioma por excelencia sino que el cualquier idioma valía. Allí abajo del Cristo, el Salva dio su libro al mundo. Un libro bastante voluminoso. Difícil de leer. Estaba compuesto de “parábolas urbanas” y de pecadores conversos. Los nuevos apóstoles, junto al Salva, no eran tan bien portados como su líder. Pero a nadie le importaba porque más bien eran su guardia personal. El Salva entonces hacía cosas que a la gente le agradaban, como caminar por en medio de la ciudad y saludar a la gente, dar autógrafos y nadar en el mar. El sol, el calor y el salvador. Nadie se quejaba. Es más mucho de lo que salvador traía destruía la religión convencional. Alcanzar el cielo ahora solo era logrado si la gente dejaba de ser mezquina para con lo que esperaba del Universo, es decir la gente por más defectos que tuviera tenía que creer en el mundo y disfrutar de la vida para ser mejor. Con esto la revolución estaba hecha. “No hay mortificación que sirva y si es solo para sufrir”, con eso caían siglos de castidad y otros votos sin sentido para el Salva. Porque el mismo, explicaba que al fin y al cabo la gente que vive en el extremo construye su infierno personal- “hay que alejarse de aquellos que no se pueden aceptar así mismos”.
El “mes milagroso”, no fue otra cosa que eso. La gente paró por un tiempo de vivir pegado a los relojes. Todo el mundo parecía cannabico, y sin un gramo. Era el furor de la Fe o por lo menos eso era lo que se creía. El gran Salva, estaban haciendo cosas que no se olvidarían. La izquierda ya no sabía que hacer por lo que muchos comunistas se terminaron rindiendo y viendo que al fin y al cabo el nuevo salvador tendría sus razones. Porque Marx, después de todo, no había conocido al Salva ni a Cristo ni a Buda, su época sí era materialista o por lo menos esa era la patraña por la cual justificaban su fracaso final. Por eso los empresarios no sabían que hacer. Las cosas no iban bien. Por ejemplo ¿qué pasaría si colectivizaba las cosas por medios pacíficos? Ese era un miedo por demás profundo. Los empresarios no sabían si era un loco, un gran político o el Mesías. El miedo fue cuando el Salva dijo “Puede que un día vayamos a trabajar como una gran familia”. Otra de las asociación de pseudo izquierda era- “Cuando un hombre tiene el corazón lleno de afecto sus propiedades son más una carga que un medio para su propia felicidad”. De alguna manera las dos cosas estaban dando paso a un comunismo sagrado. Si este llegaba los empresarios estaban perdidos. Porque los fanáticos religiosos son de la peor clase y nadie puede corromperlos.
Pero esto no paraba nunca, sino que cada hora una nueva noticia bomba estallaba. Porque el nuevo Mesías estaba empezando a crear cosas de su propia cepa. Una de ellas fue “¿Cómo puede ser que se tema a la guerra cuando el mundo es nuestro?”, “los que no saben vivir son los primeros que quieren matar”. Con esto se exhortó a los ejércitos del mundo a deponer las armas inmediatamente. “Siempre hay cobardes y estos, matan en nombre de alguien que entre ustedes ha venido para poner fin a las disputas”, así fue como el Salva hizo un decreto que en vez de abogar por la paz castigaba a los asesinos. Es decir, como gritó un mediodía después de un almuerzo comunitario “¡Maldita Guerra Santa!”, pero no paró ahí llamó a todos los judíos de buena voluntad a Brasil. En un acto atmosférico extraordinario, ese mismo día nevó en Río de Janeiro. Allá arriba abajo del Cristo, se llamó a que se acatará la nueva fe. “Ustedes hijos míos tienen toda la tierra nos discutan por unos kilómetros y disfruten del mundo”, con esto el alto mando yankee no sabía que pensar. Lo que era cierto fue una tregua en medio oriente estaba hecha. Los palestinos lo vieron como héroe nacional. Se creaba un nuevo estado. Un nuevo estado donde Dios daba la paz. Y no era un juego de palabras.
No hubo objeciones y fue el momento donde el Salva fue a Nueva York otra vez. Llegó a la ONU y como “Rex et Sacerdos” decretó la paz verdadera. Banderas al fin dejadas de lado, según sus palabras, “ustedes serán siempre más humanos que no serán otra cosa”. “Algunos pensaban en la justicia, nosotros pensamos en la fraternidad”- así se fue de la ONU. Sin embrago a estas alturas algunos no sabían como quitarse ya al mesías de encima. Nada peor que esta “labor pastoral”, el hombre del traje blanco iba de ciudad en ciudad recorriéndolas a pie. La gente lo veía en vivo y deliraba ya que esto les impactaba mucho más que el televisor. Cuando la gente se dio cuenta que después de todo, el Papa renunciaba. No quedaba mucho por hacer. El Salva estaba en la plenitud de los tiempos y la nueva Jerusalén era cuestión de tiempo. La CIA y otras organizaciones del antiguo poder, ya barajaban el magnicidio. Pensar que un tipo mediático podría hacer tanto sentó precedentes a la ola de sensacionalismo siempre vigente.
Pero el tiempo pasaba y el Salva hacía más cosas. Una de las sonoridades más estridentes fue cuando encontró mujer. Otras cosas, que se sumaron, cuando le contaron la historia del Che. El Salva fue a decir, “Ernesto Guevara es un santo”, “él creyó sin ver”. La noticia se difundió, “los comunistas eran gente que aún no tenía la revelación pero estaban en camino”. El estallido mediático fue como nunca. Los titulares eran “¿Un Mesías comunista?, Al fin el paraíso del proletariado, Nuevas realidades y nuevos mundos”. Para ese momento el poder antiguo es decir las cúpulas racistas y degeneradas. Ya estaban en pos del asesinato- “lo hicimos con Kennedy, lo haremos con él”, eso es lo que pasaba en los pasillos de la agencia.
Pero cuando llegaba el mes de Julio de ese año, en la misma ciudad que vio el cambio del Salva. Se sacaba y ponía fin a miles de años de celibato estéril. La exhortación fue la siguiente “Quién no pueda amar a todos los niveles no será el primero en este reino”. “Nadie mandó a que el cuerpo y el espíritu se peleen”- Eso fue lo que sus mismos apóstoles declararon. “Menos Platón y más realidad, sol y alegría…. Nadie idealiza cuando tiene la realidad a sus pies y esta es extraordinaria”- así fue el articulo que publico el mismo Salva. Así cuando no se pudo pelear con el pasado. Todo estaba armado, el Salva se casó. La gente deliraba. Como siempre el Salva hizo algo extraordinario fue festejando con todos con los que encontraba el acontecimiento. En las playas felicidad en medio de la noche y un mundo raro donde la gente no estaba asustada. Una utopía, una gran utopía.
Para el 22 del mismo mes, se armaba un gran acto. En él haría una bendición universal y pondría en marcha la misión salvadora. “El Plan Mundial para el fin inmediato de la Pobreza”, así se llamaba y el acto era un acto político. Primero una semana antes expresó “Nuestra caridad siempre será insuficiente hasta que no demos fin a la necesidad más inmediata de todos los pueblos de la tierra”. No existe entonces objeción a acabar con la pobreza para siempre y por ello solo hay que “organizarse”. La propiedad colectiva es la solución porque robar es algo sin sentido como también lo es matar. El colonialismo y el imperialismo van en contra de toda la buena voluntad que un hombre pueda tener. Los países no alineados, ya estaban mandando a todos sus representantes a Brasil. Cuba, la perla entre las perlas, el único país que resistió al poder de la injusticia sería el pueblo elegido entre los pueblos para llevar esta nueva etapa de ayuda elemental a todos los pueblos de la tierra.
Los comunistas del mundo que aún no terminaban de entender lo que pasaba se prestaron a la defensa del “primer dios socialista”, exhortaron a creyente es aquel que dice y hace socialismo. Todo esto estaba en plena faena para el veinte de Julio. El acto sería sobre una plataforma y sería junto al mar esperando al amanecer de una nueva era. La “comunión sería la comunidad”, el máximo de los sacrificios, “pongan fin al ego y con él a la maldad”. Miles de personas llegaban al acto, y otras miles trataban de acercarse lo más posible. La gente llegaba por todos los medios posibles, y así una fiesta masiva se engendraba.
Llegó el día la suma del poder del Salva, miles de banderas rojas y blancas estaban en medio de ellos. La santa comunidad estaba lista, allí cuando el sol apenas aparecía el Salva ponía las manos en alto. La gente aplaudía desesperada. Nadie podría creer que la salvación del mundo llegaba ese día. Justamente en ese momento. Unos puntos rojos aparecieron en el cuerpo del salvador. Era sangre, unos disparos de donde se desconocía herían al Salvador. No obstante este se mantenía erguido, a lo que se pronunció- “este puede ser mi fin pero no hay otro Dios que ustedes humanidad, el último Mesías se va de donde vino de ustedes”, el heredero del mundo y de la salvación son ustedes los hombres comunes. “El poder hoy es al fin del pueblo, hoy y para siempre”. Ahí se cayó muerto pese a que miles se abalanzaron para salvarle pero era inútil. El Salva estaba muerto, y con él la esperanza del mundo.
Días después muchos grupos echaron la culpa a los otros por el magnicidio y los conflictos volvieron, como también las fronteras. El cuerpo del Salva fue llevado a la Antártida para que ningún hombre lo usase como reliquia.
Así fue como el último sueño postmoderno acabó a los tiros con la muerte protagonista, un tipo bueno que se ganó al mundo gracias al televisor.


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