Sentado en el inodoro recordé
un documental de Discovery:
ni las abejas africanas,
ni los lobos, ni los tiburones blancos
son tan mortíferos para el hombre
como sus propios parásitos
nuestro mayor depredador: la lombriz solitaria
¡escondido en nuestras mismas tripas!
¡en nuestra misma patria!
la doctrina de Seguridad Nacional,
Banzer, Stroessner, Ramon Camps
*
así que pensé
en dejar anémicas mis animas,
no aliméntarme ni alimentarlas,
que una curandera meta
un pedazo de carne cruda en mi boca,
y que ya hambrientas,
encante las serpientes
las atraiga,
las saque por la garganta
*
pero me dije es inútil,
el tiempo de atrás siempre vuelve
como un ninja
saltando entre la niebla
así que agarre un poco de papel
me subí los pantalones
y solo escribí esto
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