Los personajes se movían por el cuento creyendo en su existencia particular.
Buscaban las apariciones del creador, cuando en realidad, ellos eran su obra.
No existía algo que no fuera su arte. El tiempo es arte, cada palabra sobre la hoja es prueba del escritor. Pero esto no podían entenderlo los personajes en su personaje. Porque nunca había habido personaje o escritor. Solo arte.
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2 comentarios:
¿Y qué te voy a decir? Me dejás reflexionando como nadie.
¡es heller!
QUÉ QUERÉ
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