22 junio 2010

Aquello

El rey está desnudo
no le quedan más recursos
para seguir sintiéndose sobrehumano:
hubo una ruptura de códigos,
un quiebre ideológico
una limitación lingüística inperdonable
que ya no le permite
escuchar su voz entre cantos angelicales
y que lo obliga a iniciarse en lo profundo,
a configurarse en lo que roza lo absurdo,
a abolir de una vez por todas la fortaleza
y concebir adentro otro mundo.
Siempre lo vio como una utopía,
nunca pensó que realmente sucedería,
no creyó nunca en esa poesía
ni en esa arma que late más rápido cada día.
Ya no la ve como un oponente,
más bien como algo que estuvo siempre presente;
ya no tiene intenciones de guardarse en su guarida,
quiere nada más la búsqueda conjunta
de aquello que todos ansían.

No hay comentarios.: