26 agosto 2010

un amor de chicas muertas

era uno de esos días de lluvia que solamente salís para comprarte puchos y mojarte un poco, estás muy desabrigado para invierno, muy abrigado para verano, en zapatos que no tienen cordones porque "son más fáciles de poner y más fáciles de sacar", en un jean que usaste ayer a la noche porque era lo que estaba más a mano, y una remera de los Beatles que usás hace, fácil, tres años para dormir.

en cuanto llegás al kiosco, le pedís un lucky box, un encendedor (porque el tuyo se te mojó, claramente), un chocolate para ella y chicles para que no te quede feo olor en la boca. Le das el billete de 50, el único que te queda, lo único con lo que saliste, y cuando te dicen: "¿no tenés veinticinco centavos?" te palpás los bolsillos cual policía setentoso, pero no encontrás nada. Entonces, con tu mejor cara de desentendido, te bancás las puteadas en secreto del kiosquero y te llevás los cigarrillos.
vas caminando por av. san martín cuando vez que en la otra cuadra viene un ex compañero tuyo del laburo, y rapidito, rapidito, sacás el celular para hacerte el boludo o que hablás con tu vieja. El ex compañero, denso como siempre, espera a que cortes para que lo saludes...y ahí te ves en una encrucijada.
Tenés cuatro salidas:
-lo mandás bien a la concha de su hermana, diciéndole que le robabas el café porque era el más rico de la oficina
-te hacés el boludo y seguís caminando sin importar lo que diga o haga
-le decís que se confundió de persona
-sometés tu vida a cinco minutos de infierno y de "¿qué fué de vos?"
Lamentablemente, elegís la cuarta, y tenés que verlo cómo te cuenta que se fué del trabajo y ahora es un tipo súper exitoso, tiene una mujer, unos hijos, un lindo autito y se está haciendo la casa. Cansado de escuchar boludeces, le decís que tu novia te está esperando en tu casa, te despedís, y te vas.
volvés del kiosco imaginando lo que para vos va a ser una tarde de el mejor sexo de tu vida, lleno de amor, lleno de fluídos, y lleno de posiciones, pero cuando entrás te das cuenta que tu novia se intoxicó con los ravioles que comieron ayer y está dele-que-dele en el baño
y bueno, te quedás manija.




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2 comentarios:

Nico dijo...

¡Excelente chabón, Excelente!!

Lenard dijo...

Estallé en carcajada, grandioso chaboncito eh.