12 septiembre 2010

La boca

Me gustaría no sentirme vacío.
Fijate que tengo ojeras, si, bastante mas pronunciadas que ayer, lo que pasa es que no dormí hoy tampoco.
No pude, no se, en un momento creo que dormité igual…
No se cuando vas a venir, y si no venís no se donde te voy a ver.
De tu cara me acuerdo, de tus ojos sobretodo.
Y de tu sonrisa que vi tan pocas veces, que se me hace difícil recordarla tal cual.
No sonreías nunca.
Todo me es cada vez más difícil, no creas.
Ayer cocine rico, pero sigo con la idea de que son dos porciones, y no. Estoy solo porque el gato no cuenta, el se la pasa callejeando, y con el no salgo porque a mi la calle no me está gustando tanto, además curte otra onda.
Y no se, si, lloré eso te quería decir.
Vi una película y llore como condenado.
Era tan triste y llore tanto que ni me acuerdo de que trataba, supongo que era de alguna guerra, pero no estoy seguro.
Perdoname por ser tan gris, yo que te quiero tanto y te amo y no puedo cuidarte.
Me pone muy triste no poder cuidarte, ni defenderte.
Estoy tan débil que no puedo.
Me duele la cabeza siempre en el mismo lugar.
Y ya llegaron los primeros vientos y las narices coloradas que nos hacían encerrarnos y tomar café y abrazarnos bajo la misma frazada y dormir tirados por algún rincón de la casa, o nos hacía terminar en la cocina que usamos tanto.
Y si, obvio que por ahora te voy a seguir amando, no te voy a mentir.
Pero te quiero decir una cosa, no estoy gris por tu culpa, me gustaría decírtelo mirando directo a tus ojos pero no estamos cerca, no soy gris por culpa tuya, nunca debiste haberte sentido culpable. Sos tan linda y tan buena, y tan que todo te da vergüenza.
No llores mas, no llores mas, reíte un poco.

1 comentario:

Alén Am dijo...

Que lindo, que triste. Que arquetípico (¿vale decirlo así?), quiero decir que todos nos podemos indentificar con lo que él dice.