29 octubre 2010

Cabildo y Congreso

La taza era jugada como se juega un palabra impúdica,
por esa mano segura que te conozco.


Terrible helada en la ciudad de los caminantes.
La quemazón de la palabra estaba entre nosotros...


yo no quise mirarte cundo dijiste hasta luego..


No quise saber si habría una daga
Esperándome en tu boca.


Un lobo en la cartera,


una caricia de fuego.


Un destino que nos suicide de pronto..


Ese dolor inmoral que me abraza,
y que no digo a nadie,
cuando tu me tocas.

No hay comentarios.: