27 diciembre 2011

Pensé en contarte

Pensé nombrarte agonía
Pensé llamarte desierto
Pensé culparte de mi instinto
Pensé seducirte con mi llanto
Pensé exprimirte la pulpa de tus labios
Pensé no ser producto de tus males
Pensé encubrir mi soledad
Pensé pasarme un verano repleto de aires
Pensé transformarme en viento
Pensé soplar hacia otro destino
Pensé marchar hacia la libertad y librarme de viejos ecos.
Pensé ingerir sustancias malditas
Pensé encerrarme en notas musicales
Pensé admirar un jardín fantasma, pensé armarlo.
Pensé mirarme las manchas de las manos.
Pensé matar.
Pensé sacrificar mis memorias para no sufrir más.
Pensé alejarme del dolor guardándome en una casa de calabeza.
Pensé alejarme de las pesadillas abriéndome la cabeza con un abrelatas.
Pensé soñar finales esperanzados y alegres.
Pensé conformarme con cintas de videos y juegos modernos.
Pensé que la farola de la imaginación me ilumaría.
Pensé que tocaría la salvación con las manos.
Pensé en volver en el tiempo.
Pensé que algunos me recordarían.
Pensé en llamarte, continuarte poema.
Pensé que entenderías.
Pensé que estarías conmigo siempre.
Pensé que el tiempo lo curaría.
Pensé que el espacio desaparecería.

Pero cuestioné la sabiduría de grandes maestros, reaccionando por diferentes causas, obedeciendo a leyes humanas, fecundando en dificiles presagios, mortificandome inutilmente, consintiendome con porquerías de metal o dinero, rasguñando la malicia de tu encuentro, embrujando los días que me perteneciste, colgandome en mí espirales de espinas que me sangran mientras que la profesía se cumple y yo no y yo no y yo no
yo no entiendo.


http://ombligombligo.blogspot.com/

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