17 marzo 2010

La ruina del mediocre

       Blandiendo de una impostación
       te ví de dientes pardos
       semilla de los débiles
       sencillo apostrofario

       Con tus falanges y su canario
       si se finge tu rebelión
       yo soy de escudo y sin espada
       porque creo en la palabra
       y a pesar
       de no ser de papel quemado
       puedo pesar el cuerpo de lo justo.

       Unos ojos como de buitre
       como de mendigo desgraciado entrado en años
       unos ojos con desniveles y
       cierto sabor a falsedad
       acariciando por encima de los pelos
       de las cabezas de los cuerpos
casi a desgano.

       Ése, pensé al verte por primera vez

       Ése es mi enemigo

 

http://hundomipecho.blogspot.com/

2 comentarios:

Lena dijo...

Dejá de enemistarte, che, aunque escribas cosas piola enemistándote dejá de enemistarte.
Estoy esperando... Al son de la marimba!

Nico dijo...

Me encantan los finales así, un último verso que te hace querer leer el poema otra vez. Muy bueno