Quien es el domador de mancuspias
¿Acaso es aquel que vela los sueños dormidos
De utopías detenidas en el tiempo
O el que desencantado de ellas
Toma el látigo y las castiga?
La casualidad es inmensidad
en que el domador se encuentra
con el vacío y no quiere estar solo.
La intuición es su arma.
Ella lo espera agazapada,
El domador no lo entiende.
1 comentario:
Exelente poema...
Me parecio bastante efectivo. Realmente uno de los mejores que pude encontrar en esta pagina.
Mauricio Marquez
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