24 abril 2011

Un desierto inmenso. Centelleantes cascadas de preguntas lo inundan completamente.
Comienzo a recordar, momentos de mi vida. Placeres ocultos en mi interior, deseos imposibles.
Añorados.

Angustias reprimidas. 
La bronca y amargura se hacen presentes 
en mis ojos vidriosos.
Las arenas ya no son las mismas; amenzantes.

¿Y donde estoy?

Mi aliento sedoso que libera a borbotones las ganas descontroladas de gritar.
Tu recuerdo, inflamable en mi interior.
Mi sangre, hirviendo, fluye cual rápido por mis venas.
Mi mente a punto de estallar, hace una pausa. Vuelvo.

¿Otra vez?

Cielo multicolor; el mismo fuego ardiente que poseías.
El placer de sentir esa bocanada de felicidad 
desapareció de mi mundo.
Desaparezco; como tus promesas.

Enigma jamás resuelto. Sueños.
El mismo desierto, ahora pequeño.
Doy pasos hacia allí, hacia allá, sin rumbo alguno; 
carece de sentido.

¿Para qué?

Soberbia sin contención y vanidad desdichada.
Todo vuelve, como antes. Las memorias de un pasado incompleto.
Aseguro que mi alma existe. Sé que mi mente aún no estalló.
Resignación.

No hay comentarios.: